Crisis política Brasil: Bolsonaro echó a un ministro por corrupción

Es el secretario general de la Presidencia y presidente del partido oficialista, acusado de desviar fondos públicos en la campaña electoral. Lo reemplazará un militar, el octavo del Gabinete

Lleva 49 días como presidente del país más poderoso de América del Sur, de los cuales estuvo 17 días hospitalizado: fue tiempo suficiente para que se gestara la primera crisis de su gobierno. Jair Bolsonaro confirmó el despido de Gustavo Bebianno, Secretario General de la Presidencia, que al mismo tiempo es el presidente del partido de gobierno, el Partido Social Liberal, por una causa de corrupción.

Será reemplazado por el general retirado Floriano Peixoto Vieira Neto, de 64 años, y el octavo militar que formará parte del Gabinete.

Días atrás, uno de los diarios brasileños fustigados por el presidente, Folha de Sao Paulo, reveló que Bebianno participó de un esquema de desvíos de fondos públicos en el período electoral de 2018, destinados a financiar las candidaturas de mujeres del PSL.

El agravante es que Bebbiano fue el coordinador de la campaña presidencial de Bolsonaro, cuyo discurso se embandera con la lucha a la corrupción.

Con su salida, el PSL sólo seguiría encabezando un ministerio, el de Turismo, con Marcelo Alvaro Antonio -aunque también hay sospechas sobre su participación en el caso- y quedaría muy disminuido en poder frente a los militares que participan del gabinete.

El tema es que el gobierno brasileño necesita ahora cada voto del PSL para ganar apoyos en el Congreso donde presentará dos proyectos clave esta semana, ya que la agrupación es la segunda más representada -detrás del PT- en la Cámara Baja.

Es oportuno: durante toda la campaña electoral, Bolsonaro se embanderó de la lucha anticorrupción y del ajuste de las cuentas públicas. Ahora es el momento de concretar esas causas con reformas, aprovechando su capital político personal y disipando la preocupación por la primera crisis de su gobierno.

El ministro de Justicia Sergio Moro llevará al Congreso un paquete de medidas contra el delito, y el miércoles será el turno de la presentación en el Congreso de la reforma previsional. El propio Bolsonaro señaló que irá al Parlamento a presentarla y hará la propaganda oficial para impulsarla, con discursos en radio y TV para explicar los cambios previstos a las jubilaciones.

Las centrales sindicales ya anunciaron manifestaciones de protesta contra el proyecto que entre muchas otras cosas, prevé cambiar las edades para jubilarse: una mínima de 62 años para las mujeres y de 65 años para los hombres.

La estrategia de difusión contempla afiches con el slogan de "Nueva Previsión", que destacan la necesidad de esta reforma "para que pobres y ricos tengan las mismas condiciones".

Además, el presidente confirmó hoy la intención de privatizar 12 aeropuertos el próximo 15 de marzo y afirmó que la medida captará unos u$s 945 millones en inversiones en los terminales aeroportuarios subastados.

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