EL GOBIERNO EN WASHINGTON PROMETIÓ M S ARANCELES DESDE ESTE VIERNES

China amenaza a Trump con agravar la guerra comercial

El Ministerio de Finanzas chino dijo que implementará tasas a importaciones por u$s 34.000 millones sólo como respuesta simétrica a lo que aplique Estados Unidos

Se acerca el día de la verdad en la guerra comercial que Estados Unidos y China sostienen, hasta ahora sólo en palabras. Sin embargo, el próximo 6 de julio vence el plazo en el que debería entrar en efecto los impuestos a las importaciones anunciadas por Trump, que pueden sumar u$s 34.000 millones.

Desde Beijing señalaron que ese mismo día comenzarán a aplicarse aranceles a productos estadounidenses por el mismo valor, sólo sí se ejecuta el anuncio del presidente norteamericano. Incluso desde el Ministerio de Finanzas desmintieron algunas versiones que daban por descontada la aplicación de la medida porque el país asiático "de ninguna manera" hará el primer disparo en la guerra comercial y no será la primera en aumentar los aranceles.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo que su país estaba listo para actuar. "China ya ha hecho preparativos. En cuanto Estados Unidos implemente la llamada lista de tarifas, China tomará las medidas necesarias para proteger firmemente sus legítimos intereses", declaró Lu.

Desde Beijing también advirtieron que el "made in USA" podría ser duramente gravado y llegar a precios desorbitantes en China, lo que podría obligar a buscar alternativas.

Serán grabadas con una tasa del 25% centenares de importaciones estadounidenses, entre ellas soja, sorgo, automóviles y whisky.

En el mercado de frutas de Beijing, el importador Zhao Xiaoyu, elogió la calidad excepcional de las cerezas estadounidenses. Para él, esa calidad será difícil de reemplazar.

"Para productos relativamente simples, habrá alternativas. Pero para los más elaborados, será difícil" aseguró Denis Depoux, del gabinete de asesores Roland Berger. Los productos agrícolas son a priori los más fáciles de sustituir, pero ello depende de los volúmenes disponibles, destacó Depoux.

El asunto de la soja es también delicado. Al gravar este bien, Pekín apunta donde hacer daño. Estados Unidos exportó el año pasado a China por valor de u$s 14.000 millones, es decir un tercio de su producción.

Pero el problema para el gigante asiático es que, aparte de Estados Unidos, ningún país produce lo suficiente como para satisfacer la demanda china.

"En cuanto se apliquen aranceles, el impacto sobre el precio del soja será inmediato" se preocupa un negociador para la empresa de Pekín, Scents Holdings.

China importa anualmente 95 millones de toneladas de soja. Los granos son principalmente utilizados para alimentación animal y la producción de aceite para cocinar.

"El efecto de los derechos aduaneros va a ser inmediato y sensible para los ciudadanos chinos. Subirán el precio de la carne o del aceite", aseguró el negociador.

"Se podría importar más soja de Sudamérica, de Asia central o de Europa del Este. Pero habría que ver cuánto pueden producir esos países" subraya Si Wei, profesor en la universidad de Agricultura de China.

En la propia China, el gobierno alienta la producción de soja en sus provincias norteñas, a golpe de subvenciones.

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