Brasil: cómo se perfila el futuro de los negocios

Representantes de las principales firmas argentinas esperan una mejora gradual en la economía del país vecino y, por lo tanto, una mayor demanda para las exportaciones de bienes y servicios. Automotrices, agroindustria e infraestructura, entre los rubros más optimistas.

Cuando Brasil estornuda, la Argentina se enferma. Y cuando los dos están en el hospital, cualquier señal de recuperación es positiva para pensar que se está cerca de que les den el alta. Así resumió un grupo de empresarios argentinos que se reunieron tras la victoria de Bolsonaro en la primera vuelta para evaluar lo que podría ser el futuro de los negocios entre ambas naciones.

La expectativa no es caprichosa. Brasil es el principal socio comercial de la Argentina: el año pasado, el intercambio fue de u$s 27.000 millones, con lo que lo que sucede allí impacta en la actividad doméstica. El sector privado argentino confía en la eventual salida de la recesión de Brasil. Su economía cayó cerca de 8% desde 2016, y entre el fin del gobierno de Dilma Rousseff y el de Michel Temer se perdieron unos u$s 17.000 millones de exportaciones. Especialistas afirman que, si bien aún hay incertidumbre sobre cuál será el plan económico, pueden arriesgar algunos escenarios positivos o negativos, según el sector. Automotrices, agroindustria e infraestructura, entre los rubros más optimistas.

El presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja, señala que, cuando estuvo a inicios de año en el WEF, en San Pablo, la posibilidad de que un candidato como Bolsonaro ganara ya se comentaba entre políticos y empresarios. No se espera que en la macroeconomía vaya a cambiar drásticamente nada, dijo. De hecho, aclara que Brasil ya está creciendo a 1% y se espera que esa mejora se acentúe moderadamente, lo que va a favorecer a la Argentina.

Para Funes, será importante ver qué reformas estructurales se lleven adelante y, si se hacen, generará un gran impacto en lo fiscal que puede acelerar la recuperación brasileña. Para que el plan brasileño tenga un impacto en la Argentina, debe haber una definición del modelo de integración intra y extramercosur. Deberemos saber si vamos a quitar barreras internas y hacer un acuerdo más intenso, y también el planteo que se hará hacia afuera. ¿Vamos hacia el Pacífico, acordamos con Europa, miramos hacia el Norte, hay posibilidad de un tratado de libre comercio? , dice.

De acuerdo al presidente de la UIA, Miguel Acevedo, esperemos que Brasil logre reactivarse. Vamos a tener que ir adaptándonos a lo que pase.

Coincide el economista jefe de esa entidad, Diego Coatz, quien asegura que la mayor expectativa está puesta en que Brasil recupere el camino del crecimiento en su mercado interno y vuelva a posicionarse como líder en la región.

Coatz pone la mirada en el futuro del Mercosur. Es una incógnita lo que será la política exterior, señala y detalla que esto es un interrogante para la agroindustria y las cadenas de valor regionales, que pueden beneficiarse de un mercado más abierto.

Para la brasildependencia que la Argentina tuvo en los últimos años, el perfil que tome el equipo económico será determinante. Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de InvertirOnLine, dice que este ex militar fue prácticamente etiquetado como el Donald Trump brasileño. Quizás la gran mayoría de sus declaraciones sean fuertes, pero en nuestro país hay que prestarle atención a sus dichos sobre el Mercosur, en donde le restó importancia.

Funes de Rioja agrega que hay mucho que hacer en facilitación del comercio. Es clave compatibilizar normas, quitar burocracia, y las barreras paraarancelarias de hecho. Todavía somos proveedores muy bajos de América latina.

Septiembre fue el primer mes, desde enero de 2015, en el que la Argentina volvió a registrar superávit comercial con Brasil. El cambio se explica por una baja en las compras argentinas mucho más que por el leve aumento que tuvieron las ventas a Brasil. Pero aún el país representa una baja proporción de las compras brasileñas al mundo con apenas un 6% de representación mientras que hace dos décadas era del doble.

El superávit comercial del mes pasado está explicado también por el parate en el mercado local, y la caída en las importaciones están vinculadas, en especial, con autos y autopartes, vehículos de carga y tractores, maquinaria agrícola y productos semi manufacturados de hierra y acero. Desde las exportaciones argentinas, hubo mayores ventas de autos, trigo en grano y aceite de soja.

Ida y vuelta

En el mercado automotriz, no solo la Argentina espera una recupe-ración que permita aumentar las exportaciones. Brasil también espera que la crisis argentina deje de pegar en su industria, que, afectada por la menor demanda de nuestro país, verá resentida sus exportaciones este año casi 9% frente al año pasado, según Anfavea. El 50% de las exporta-ciones brasileñas hacia la Argen-tina son autos. La producción de automóviles en Brasil se desplomó 23,5% en septiembre, mientras que las ventas cayeron 14%.

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