Bolivia denunció un plan de golpe de estado en contra de Evo

El gobierno que conduce Evo Morales indicó que, debido al conflicto con policías por cuestiones salariales, algunos sectores tenían intensión de derrocarlo y que además planeaban matar al ministro Romero.  

El gobierno de Bolivia denunció hoy la existencia de un plan para derrocarlo mediante un golpe de estado, que incluía el asesinato del ministro de Gobierno, Carlos Romero, a partir del conflicto generado por la protesta de policías de baja graduación que se amotinaron el jueves en demanda de mejoras salariales.

El presidente Evo Morales afirmó que no utilizará a las fuerzas armadas para controlar el motín policial y garantizar el orden en las calles porque ése es el “juego” de la oposición de derecha que busca “que haya muertos”.

“La derecha está buscando muertos y, compañeros, no vamos a prestarnos a ese juego; vamos a defender este proceso, somos parte de este proceso y vamos a defenderlo hasta las últimas consecuencias”, dijo el mandatario tras promulgar un decreto que crea una empresa estatal, informó la agencia noticiosa estatal ABI.

Morales advirtió que “alguna gente está metida ahí con otros afanes” y “usan a algunos hermanos policías para preparar un golpe de estado y para hacer matar al ministro de Gobierno y para enfrentar a las fuerzas armadas”.

En tanto, Romero reveló ante periodistas el contenido de una comunicación entre policías amotinados en las que se intercambian instrucciones para “limpiar” (matar) al funcionario y “preparar bombas molotov para atacar a los plomos” (efectivos de las fuerzas armadas que custodian el Palacio de Gobierno).

“Limpiemos al ministro Romero y generar un golpe de estado, dicen en el diálogo de la frecuencia” interceptada, aseguró el ministro.

Por otra parte, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, afirmó, sobre la base de informes de inteligencia y reportes de prensa, que el plan para dar un golpe de estado se denomina “Tipnis” y tenía previsto concretarse entre mañana lunes y el martes, con la llegada a La Paz de una marcha convocada por la Confederación de Indígenas de Bolivia (Cidob).

El conflicto con los policías amotinados pareció zanjarse esta madrugada, cuando autoridades del gobierno y representantes sindicales firmaron un acuerdo de ocho puntos destinado a satisfacer las demandas.

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