Las elecciones en Israel dieron como resultado un empate técnico a varios niveles. En primer lugar entre los dos principales contendientes. Tanto el primer ministro Benjamin Netanyahu como su rival, el ex general centrista, Benny Gantz, obtuvieron el 25% de los votos. Una leve ventaja para el segundo le otorgó a su partido un escaño más en el Congreso, con lo que llegaría a 32, lejos de los 65 que necesita.
El segundo empate se dará en el Knesset (Parlamento). Allí las fuerzas de derecha conformadas por el oficialista Likud con 31 bancas, el ultraortodoxo Shas con 9, el ultrareligioso United Torah Judaism con 8 y la ultraderechista Yamina con 7 suman, de llegar a un acuerdo, 55 escaños.

Las fuerzas centroizquierdistas y árabes, en tanto, tampoco llegan a conformar una mayoría política. El partido Azul y Blanco de Gantz llegó a 32 bancas, la coalición árabe obtuvo 13, el laborismo con 6 y la izquierda de Unión Democrática con 5. De aliarse sumarían 56 bancas.
Esto hará que se repita lo qu secedió en la elección de abril, cuando el primer ministro Netanyahu nunca pudo conformar una mayoría parlamentaria y debió convocar a nuevas elecciones. De confirmarse esta tendencia habrá un tercer comicio en menos de dos años.

Sin embargo, hay un árbitro que puede actuar para desempatar la contienda. Es el ex ministro Avigdor Lieberman. Su partido de extrema derecha Israel Beitenu, obtuvo 9 escaños, pero se niega a apoyar a Netanyahu a quien acusa de apoyarse demasiado en los liderazgos religiososo. Lieberman propone fervientemente un estado laico, lejano a la ortodoxia religiosa.
El líder derechista propone, para saldar el conflicto, un gobierno de unidad liberal que integre al partido Azul y Blanco a Israel Beitenu y al partido Likud.
Gantz, el ganador de la jornada, ve viable esta opción, aunque rechaza de plano que la integre Netanyahu, a quien acusa de corrupto.
Desde el Likud, en tanto, se muestran fieles al actual primer ministro y no dudan en impulsar un nuevo mandato.
Dada las circunstancias y la parálisis que se puede provocar, muchos especulan que Netanyahu continuará en el poder, aunque eso signifique embarcarse en una nueva campaña electoral para dirimir la cuestión en las urnas nuevamente.
Facebook Twitter Linkedin Whatsapp Instagram