Turistas frustrados

n A dos días del inicio de la parálisis del gobierno estadounidense, Washington presentaba ayer una inusual fisonomía con sus emblemáticos monumentos, museos y parques nacionales cerrados al público, para frustración de los decenas de miles de turistas que la visitan cada año. El cierre del gobierno federal ya implicó que cerca de 800.000 empleados públicos regresaran a sus casas por tiempo indefinido, así como un costo de unos u$s 1.000 millones para el Estado. Muchos de ellos llegaron ayer a sus oficinas para retirarse con sus pertenencias -algunos hasta con plantas en sus manos- ante la incertidumbre de su futuro.
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