El negocio de las criptomonedas sigue florenciendo en un mercado local golpeado por rumores de un nuevo cepo y el siempre difícil acceso a reservas de valor alternativas al peso. Dentro del abanico de posibilidades que ofrece el mundo cripto, recientemente está tomando fuerza el concepto de "finanzas descentralizadas" o "DeFi".

Son plataformas de criptomonedas peer-to-peer que permiten a los prestamistas y prestatarios realizar transacciones sin los guardianes tradicionales de los préstamos: los bancos. Y ha explotado durante la crisis del COVID-19. Los préstamos en dichas plataformas se han multiplicado por más de siete desde marzo a US$ 3.700 millones, según el sitio de la industria DeFi Pulse, ya que los inversores buscan rentabilidades en un momento en que los bancos centrales de todo el mundo han recortado las tasas de interés para apuntalar las economías golpeadas por la pandemia. Los defensores dicen que los sitios DeFi, que se ejecutan en código abierto con algoritmos que establecen tarifas en tiempo real en función de la oferta y la demanda, representan el futuro de los servicios financieros, proporcionando una forma más barata, más eficiente y accesible para que las personas y las empresas ofrecer crédito.

Compound Finance comenzó la revolución con su modelo de distribución de tokens, que animaba a los inversores a depositar garantías y proporcionar liquidez a cambio de tasas de interés de dos dígitos y una parte de la distribución diaria de tokens de COMP. Balancer siguió con un sistema similar, y Kyber Network también se subió a bordo con su actualización de Katalyst esta semana que permite oportunidades de staking de KNC. La quinta plataforma DeFi más grande de TVL, Aave, ha adoptado un enfoque ligeramente diferente de la liquidez de la agricultura con su nuevo modelo de préstamos y delegación de crédito de reputación.

En la Argentina también hay exponentes: la startup argentina Ripio lanzó hace algunos años una nueva iniciativa llamada RCN (Ripio Credit Network). Se trata de un protocolo de préstamos internacionales entre pares (P2P) basado en contratos inteligentes y tecnología blockchain. La red funciona emitiendo tokens (símil criptomonedas), denominados RCN, que son "la columna vertebral con la que se accede a la misma" dice la empresa. Para distribuirlos se llevó a cabo un crowdsale en el que se vendieron tokens por más de US$D 37 millones.

En los últimos años han aparecido otras ofertas como SALT, Celsius Network o BlockFI.

¿Otra burbuja?

Según un reciente informe de Reuters, esta tecnología podría ser la próxima burbuja del mundo de las criptomonedas, similar a las ofertas iniciales de monedas (ICO), con inversionistas sin experiencia en riesgo particular. En 2017, se invirtieron miles de millones de dólares en las ICO, donde las empresas recaudaron capital mediante la emisión de nuevas monedas virtuales. La mayoría de los proyectos no lograron ganar terreno y muchos inversores perdieron su dinero.

La mayoría de las plataformas DeFi se basan en ethereum blockchain, la columna vertebral de ether, la segunda criptomoneda más grande después de bitcoin. A diferencia de bitcoin, la cadena de bloques de ethereum se puede utilizar para crear contratos digitales, mientras que los desarrolladores pueden crear más fácilmente nuevos programas o aplicaciones. Los préstamos se registran, emiten y gestionan mediante contratos basados en blockchain. Los prestatarios deben ofrecer garantías, también en criptomonedas, que generalmente valen más que los préstamos que obtienen. Los prestatarios suelen ser comerciantes que obtienen préstamos en, por ejemplo, ethereum, y luego usan las monedas para comerciar en varios intercambios con otras criptomonedas. Luego, tienen como objetivo devolver el préstamo y embolsarse sus ganancias, comparables a los vendedores en corto en los mercados de valores. Es decir que se generan "bicicletas" en cripto y es posible que los pagos de los préstamos nunca se materialicen.