Qué es y cómo subirse el "WiFi pasivo" que funciona 10.000 veces mejor que el actual

Desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Washington, permite reducir drásticamente la energía que consumen los dispositivos al conectarse a la red. La solución saldrá pronto al mercado.

Un grupo de ingenieros y estudiantes de doctorado de la Universidad de Washington, en Seattle (EE.UU) desarrolló una tecnología denominada WiFi pasivo -un sistema que es capaz de generar transmisiones de Wi-Fi usando 10,000 veces menos energía que los métodos convencionales-, que promete solucionar los problemas de consumo energético y gasto de baterías que generan las actuales conexiones.

La decisión de llevar adelante este proyecto de WiFi pasivo surge porque bajo los parámetros actuales, Internet de las Cosas (IoT, por su sigla en inglés) se convertiría en un problema en lugar de una solución.

Se estima que en los próximos 4 años existirán más de 20.000 millones de dispositivos conectados a internet, y las ciudades modernas poseerán cada vez mayor cantidad de objetos y sensores interactuando.

Vamsi Talla, el ingeniero indio que lidera el equipo de investigadores en Seattle explicó de qué se trata el WiFi pasivo, y la determinación de transformar el universo actual de conectividad.

"Inventamos un nuevo tipo de WiFi que reduce el consumo de energía en unas 10 mil veces. Cómo todo el mundo sabe, las conexiones actuales son muy poco eficientes. Si pensás que, en el futuro, estaremos rodeados de sensores y de dispositivos conectados a Internet, el WiFi pasivo aparece como la gran solución que se necesitará", afirmó Talla.

Cómo funciona el WiFi pasivo

Para explicar su desarrollo, el científico comparó el WiFi tradicional con una linterna. "En un nivel elevado, podés pensar en el WiFi tradicional como si fuera una linterna: cuando se enciende consume. Así, supongamos que yo, cada vez que quiero hablarte, necesito prender y apartar la linterna, como te podrás imaginar, va a consumir mucha energía. Lo que hemos hecho nosotros es que, en la casa o en cualquier lugar, tengas una linterna y que cada aparato que quiera hablarte tenga un espejo. Entonces, podés reflejar y absorber esa luz para que el aparato pueda hablarle a la gente", detalló.

Con el wifi pasivo, el router no transmite constantemente la señal sino que utiliza ondas de radio que -bajo ciertas condiciones- pueden reflejarse y rebotar.

Este efecto se consigue instalando un chip pasivo con la señal que llega desde el router que tenemos en casa, y que fue previamente cargado con un software especial.

El dispositivo conectado emite esa luz de la linterna que los otros se limitan a reflejar o a reproducir como si fueran espejos. De este modo, los paquetes de datos se transmite por reflexión.

Puntos en contra

Hasta el momento, la velocidad y alcance son los puntos a mejorar en el sistema de WiFi pasivo.

En cuanto a la velocidad, hasta el momento, consiguieron emitir una señal de 11 megabits por segundo, que es menor que la que brindan algunos otros WiFi – aunque 10 veces más veloz que el Bluetooth o el ZigBee, por ejemplo.

"Estamos trabajando en poder ir más rápido, eso es algo que está caminando y de lo que vas a escuchar hablar en solo unos meses, cuando ya hayamos demostrado que podemos aumentar la velocidad, y mucho. En cuanto al alcance, fue creciendo a medida que se avanzaba en las pruebas, hoy ya funciona perfecto dentro de edificios y hogares", destacó Talla.

Por otro lado, si bien la tecnología es alentadora, aún tiene algunos aspectos que necesitan ser perfeccionados. Por un lado, solo se pudo instalar sin usar canales separados, lo que puede generar congestión e interferencias.

Además, tampoco permite mucho ancho de banda, pese a que no es tan imprescindible en el Internet de las cosas. Hasta ahora el sistema se encuentra en fase de prueba, pero su salida al mercado es inminente.

Financiación

Talla y su grupo, además, crearon una empresa llamada Jeeva Wireless que se encargará de comercializar esta solución. “El año que viene comenzaremos a vender WiFi pasivo a los interesados en implementar nuestra tecnología en sus productos para que ellos, a su vez, puedan ofrecerla a sus clientes", contó Talla.

Hasta el momento, Jeeva Wireless lleva recaudado en rondas de financiamiento US$ 1,2 millones para comercializar esta línea de investigación basada en retrodispersión.

El científico insistió en que el desarrollo será “tan barato que los fabricantes “podrán integrarla a sus productos para que todos podamos tener un hogar totalmente conectado a la red WiFi".

Talla y su equipo trabajan desde hace 4 años en el proyecto, en la experiencia de retrodispersión -un enfoque innovador que recopila señales inalámbricas ambientales para permitir que los dispositivos se comuniquen sin agotar la energía de la batería-. Dos de ellos se encuentran abocados únicamente al desarrollo del WiFi pasivo.

El intelectual indio explicó que comenzaron a “trabajar pensando en un sistema aplicable a la medicina y a los wearables . Sin embargo, resaltó que ahora “vemos que esto también va a servir a para tener conectividad en toda la casa, a casi cero costo .

Para Talla, el WiFi pasivo "es la pieza que faltaba", y destacó que se trata de "lo que necesitan nuestros aparatos.

“Hoy la gente tiene solo 3 o 4 dispositivos conectados y todavía es humanamente posible cargarlos todos los días o cambiarles las pilas de vez en cuando. Pero pronto, este número se va a elevar a 100 por persona y a unos 1000 dentro del hogar. Con el WiFi pasivo, básicamente algunas baterías podrán durar de 10 a 15 años , aventuró Talla, en una entrevista publicada por Infobae

Para Talla, IoT incluirá un mundo de objetos conectados a la red como heladera, sensores, alarmas, luces, y televisores, entre otros, pero también otros objetos que hoy no poseen tecnología pero que comenzarán a tenerla.

“En el futuro próximo, incluso el papel higiénico, los posavasos y los jabones podrán estar conectados a la web y avisarnos, por ejemplo, si necesitamos reponerlos. Pero tener todas estas conexiones, con el wifi actual, sería completamente impracticable", precisó.

“Para empezar, requeriría un gran consumo de energía eléctrica, pilas y tiempo para cambiar y recargar las baterías de todas y cada de las cosas conectadas. Entonces, IoT, en lugar de ser una solución se volvería un problema , completó.

 

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