¿Pesificar o dolarizar? La polémica propuesta de Martín Tetaz para "salvar a la Argentina" se viralizó
El economista Martín Tetaz debate, desde su newsletter, la posibilidad de dolarizar completamente su economía.
El economista Martín Tetaz, a través de su newsletter semanal, se pregunta si hay a la Argentina le conviene pesificar o dolarizar su economía.
En primer lugar explica las funciones del dinero, que son básicamente tres, como unidad de cuenta, como medio de pago generalmente aceptado y cómo reserva de valor.
El primer caso le sirve para explicar que en regímenes de alta inflación se necesitan otras unidades de cuenta para los contratos de largo plazo como el crédito. Ejemplos, cita tres: UF (unidad de fomento) en Chile, UVA (unidad de valor adquisitivo) en la Argentina y los dólares.
Luego de conocerse el resultado de las elecciones para presidente de la Argentina, que acabó con la elección de Alberto Fernández del Frente de Todos como el nuevo mandatario electo, muchos economistas, además de muchos usuarios de redes sociales, salieron a hablar sobre cuál es el nuevo panorama que se viene.
En la segunda instancia, habla de una moneda exitosa que sea adoptada por la población para cancelar obligaciones. "Si tengo bitcoins es difícil que logre pagar el taxi, o el supermercado. Con dólares es un poco mas fácil, pero dependo de la buena voluntad del comerciante. Con pesos tengo la ley de mi lado y nadie puede negarse a aceptarlos", detalla.
Finalmente, en tercer lugar, menciona que el dinero funciona como activo financiero. La población mantiene su riqueza en propiedades inmobiliarias, autos, acciones, bonos, depósitos (plazos fijos, cajas de ahorro) o efectivo (encima, en las cajas de seguridad o debajo del colchón). Una moneda en medio de una situación de inflación alta será poco demandada para atesoramiento "porque su valor se licua con el paso del tiempo", explica Tetaz.
Luego de esta explicación, el economista pasa a pensar si es posible pesificar la economía que está dolarizada, como operaciones inmobiliarias o atesoramiento. Lo puede hacer el Estado por decreto: impedir que las propiedades se vendan en dólares y limitar el acceso a divisas para el ahorro.
Queda, dice, la pregunta de fondo: por qué la gente elije dólares. Inflación y devaluaciones, que dificultan valuar propiedades porque se pierde la referencia de valor, es la respuesta. "La unidad de cuenta tiene que ser estable y si no lo es, se reemplaza por otra", puntualiza.
Agrega que la formación de activos externos (en criollo, "fuga") se da porque "el peso no garantiza reserva de valor". Solo con la garantía de una tasa real positiva, como un depósito en UVA, podría pensarse en desdolarizar ahorros. ¿El primer paso? Que no haga falta abrir una cuenta comitente y que se pueda acceder desde el home banking sin problemas, con la misma liquidez que ofrece hoy un plazo fijo.
La dificultad que enfrenta un proyecto de estas características es que, si falta una garantía de indexación, esto parece una búsqueda de aumentar la base imponible del impuesto inflacionario, según el popular economista.
En un contexto donde los bancos digitales y otras fintech avanzan a paso firme en todo el mundo, la Argentina no es la excepción y al ritmo con el cual están surgiendo los bancos 100% digitales también comenzaron a aparecer las casas de cambio con esta misma particularidad.
"En un mundo pesificado, la demanda de moneda local sería mucho mayor y por lo tanto cada emisión de pesos del Estado, le restaría menor valor a los pesos en poder del público. Claramente no es lo mismo emitir 100 billetes en una economía que se las arregla con 1.000 billetes, que emitirlos en una economía que funciona con 10.000. Pero como la base imponible (la demanda de dinero) es endógena; cada intento de grabarla con el impuesto inflacionario genera que se achique aún mas. Por eso el punto de partida (condición necesaria, mas no suficiente) es la prohibición de la emisión para financiar al tesoro. Es lógico entonces que los sectores que plantean que el fisco puede financiarse fabricando moneda, pidan al mismo tiempo pesificación, pero es irracional pensar que el público no va a repudiar ese intento, dolarizándose aún mas", desarrolla finalmente.
Si el nuevo gobierno quiere financiarse con emisión, tendrá que ejecutar mayores prohibiciones y controles.
Tetaz explica que la Argentina lleva 74 años de inflación alta y por esto la mayoría de los acuerdos inmobiliarios y gran parte del ahorro ya está dolarizado. Además, los empresarios y los comerciantes fijan los precios a partir de la cotización del dólar.
Sin embargo, los alquileres y los salarios siguen pesificados, por lo que muchos se preguntan si no conviene dolarizar todo directamente.
Para hacer que esto funcione, los flujos de ingresos de las empresas también tendrían que estar dolarizados. En el agro sería más sencillo lograrlo pero en el sector servicio, que factura en pesos, la cuestión es más complicada porque si llega una devaluación no se podrían pagar los sueldos.
Finalmente, llega la posibilidad de dolarizar todo. El problema es que la economía pierde "un amortiguador importante de shocks externos", en palabras de Tetaz. "Si dolarizamos habrá boom económico cada vez que suban los precios de los commodities, pero una profunda recesión cuando estos caigan, o cuando suba el precio de los productos que importamos, como por ejemplo la energía", detalla.
Pone como ejemplo lo que sucedió a partir de la crisis que se desató el año pasado: el salario real cayó 16% pero el empleo total de la economía siguió creciendo. Si el país hubiera estado dolarizado, el ajuste se hubiera sentido también en la caída de puestos de trabajo.
Por eso, propone finalmente "resolver el problema de fondo para que la economía se pesifique, pero de manera voluntaria, no por imposición y prohibición de los dólares, sino porque la gente elija de manera sistemática a la moneda local para hacer sus transacciones y ahorrar", cierra.
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