Todo comenzó con el presidente Mauricio Macri, que cuestionó la decisión de los diputados Miguel Ansaloni, Beatriz Vila y Antonio Carambia, que decidieron dejar el bloque de Juntos por el Cambio tras ser partes de sus listas. De hecho, el actual primer mandatario les exigió, vía Twitter, devolver sus bancas.

"Lamento la desafortunada decisión de los diputados Ansaloni, Vila y Carambia de abandonar el bloque luego de formar parte de nuestras listas", posteó la cuenta de Twitter del presidente.

Y luego agregó: "Esta traición a la confianza de los votantes que los eligieron es opuesta a nuestros valores y a lo que creemos". Cerró con un contundente hashtag: "#QueDevuelvanSusBancas".

No es la primera vez que esto sucede en el partido de Macri: en 2005, el pediatra televisivo Eduardo Lorenzo Borocotó se pasó al kirchnerismo 17 días después de haber ganado una banca como diputado nacional por el PRO y estalló el escándalo. Hasta fue silbado en el Congreso. Desde ese momento estos "garrochazos" entre sectores políticos mientras se es un legislador en funciones se conoce como "borocotazo".

En ese momento, en las redes le recordaron a Macri que el ex candidato a vicepresidente por su partido, Miguel Ángel Pichetto, era parte del peronismo hasta el anuncio el 11 de junio.

Por todo esto, el economista liberal y ex candidato presidencial José Luis Espert le respondió duramente a Macri, también a través de Twitter, burlándose de su situación. 

"Te manda saludos Alberto Asseff mi querido. Así es la política que ustedes hacen. Un chiquero de lealtades que además destruye a la gente de trabajo", le espetó, en relación con la "traición" que le propinó Asseff a Espert, de quien era aliado hasta que pegó el salto a la lista de diputados de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires.

A este tuit, que obtuvo muchas reacciones y fue muy comentado en Twitter, la mayoria de respuestas son de simpatizantes del actual gobierno acusando a Espert de que, con su candidatura a la presidencia, terminó siendo funcional al kirchnerismo vencedor.