Israel, la "nación startup", en problemas: ¿oportunidad para la Argentina?

Lograron desarrollar un polo tecnológico sin las enormes inversiones que diferencian a Silicon Valley, pero enfrentan el mismo problema. 

Israel es conocida como la “Nación Startup por la cantidad de emprendimientos tecnológicos que surgieron en el país de apenas 9 millones de habitantes. Este título llegó aún sin las gigantescas inversiones de más de US$ 100 millones que inundan otros polos como Silicon Valley gracias a los impulsos que el gobierno le dio a las startups, pero ahora el milagro está en problemas.

El país produce un gran número de tecnológicas exitosas. Algunos de los casos más conocidos son el de Waze, la aplicación de navegación que terminó siendo comprada por Google en 2013 por US$ 1.150 millones y la compañía de vehículos autónomos Mobileye, por la cual Intel pagó US$ 15.000 millones el año pasado.

Pero a pesar de estar a 12 mil kilómetros de California, enfrenta un desafío similar que podría poner en jaque su cultura emprendedora: cómo adaptarse a su cada vez más diversa población. Si bien tres de cada cuatro personas que vive en Israel profesan la religión judía, los árabes viviendo en al país ya casi representan el cuarto restante. El problema es que solo componen el 3% de la fuerza laboral de la industria tecnológica y hay una enorme brecha salarial que los separa de los judíos. El árabe promedio gana 40% menos que el judío promedio.

Según Itzik Frid, un emprendedor e inversor israelí, el país podría perder su ventaja si no logra integrar a las minorías en la escena tecnológica. En diálogo con Business Insider, el CEO de Takwin Labs, una incubadora enfocada en startups lideradas por emprendedores árabes, detalló que más allá de que son una minoría y hay que impulsar su desarrollo, hacerlo podría significarle más de US$ 60 mil millones al año al país.

Para remediar la situación, el gobierno desarrolló en 2015 un plan de cinco años a lo largo de los cuales invertirán US$ 4.300 millones en el sector árabe. Esto generó que casi todas las empresas de tecnología del porfolio de Takwin reciban inversiones y subsidios de la Autoridad de Innovación, el organismo encargado de desarrollar la industria científica y tecnológica.

A su vez, el sector judío ultraortodoxo también presenta sus desafíos. Al igual que los árabes, su nivel de educación está por debajo del promedio. La mayoría estudia en escuelas que no enseñan materias básicas como matemática. Según un informe de la OCDE, se estima que estos dos sectores están encaminados a convertirse en una parte mayoritaria de la sociedad israelí y de no integrarlos a la economía del país, el salario promedio podría caer hasta un 30% por debajo del promedio de la OCDE.

Mientras tanto, la Argentina -y principalmente Buenos Aires- busca posicionarse en el mundo como un nuevo jugador para aquellos que quieren lanzar sus startups, con su polo tecnológico porteño, así como con la cantidad de empresas que fueron creadas en su seno. No por nada el país tiene cuatro unicornios: MercadoLibre, Despegar, OLX y Globant

De hecho, hay que considerar que la capital argentina envió una delegación -encabezada por el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta- a la costa oeste estadounidense que consta de 15 empresas locales, la mayoría de ellos representantes de empresas de base tecnlógica, tal como cuenta Infotechnology aquí.

A favor de Buenos Aires es que, al ser históricamente la capital del país, es estructuralmente diferente al resto de las ciudades argentinas: junto con Rosario y Córdoba es responsable de el 80% del PBI, según un estudio de McKinsey Global Institute. Es decir que el problema de las diferencias del salario los viene enfrentando desde siempre y, además, tiene una población que le permite enfrentar cualquier demanda laboral que se le ponga enfrente.

Temas relacionados
Más noticias de Israel

Las más leídas de IT Business

Destacadas de Infotechnology

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.
Nombre