Dejó su trabajo para revolucionar las finanzas argentinas de miles y tiene menos de 30 años: lo logró vendiendo "cafecitos digitales"

Hay comunidades para que los creadores de contenido generen ingresos que van más allá de Patreon. Un argentino creó una versión local para que los fans colaboren con microaportes a sus proyectos.

Frente a una taza de café se abre el mundo. Imposible negarse a la idea de tomarse uno, de compartirlo con quien más querés. Es un hecho social: el café es sinónimo de encuentro.

"Me encanta la idea de tomar un cafecito con alguien", desliza Damián Catanzaro, creador de Cafecito. Pero, ¿qué es Cafecito y por qué está en boca de todos? "Es una plataforma de financiamiento colectivo que funciona con pagos locales", explica su creador, un programador de 25 años, oriundo de Villa del Parque. "La idea es que proyectos, ONG o personas puedan crear su perfil y recibir donaciones o ayudas a cambio de lo que hacen", sigue.

"¡Ayudame con un café!". Así luce la plataforma Cafecito. Al enviar un café, se puede dejar un mensaje personalizado.

En apenas dos meses de existencia, la plataforma ya tiene unas 10.000 cuentas creadas y ya circularon unos 45.000 cafecitos con un ticket promedio de $50 pesos.

Damián Catanzaro.

"Cafecito viene de flashearla con amigos y pensar que estaría buenísimo vivir de los proyectos bancados por la comunidad", recuerda Catanzaro sobre los inicios de la plataforma de microaportes, que nació oficialmente el 29 de mayo. Ese primer día ya explotó: "se crearon 600 cuentas".

Con un espíritu similar a Buy Me a Coffee y Patreon, Cafecito tomó por asalto al mercado del crowdfunding argentino ofreciendo pagos en pesos y de bajos montos. "Las otras opciones son en dólares y acá nadie va a poner esa plata", sostiene. Y continúa: "La saqué en una semana. Al principio, la plataforma era sencilla y la vinculé con Mercado Pago. Apenas la publiqué, me empezaron a mandar cafecitos y la idea se empezó a viralizar", explica.

 "Las otras plataformas de crowdfunding piden dólares; Cafecito se paga en pesos y son microsumas de $ 50". 

 Durante el primer mes, Cafecito recibió un promedio de 100.000 visitas y, ahora, oscila un promedio de 300.000. Todos los días, mueve a unos 70 usuarios concurrentes, entre 8.000 y 10.000 entran a ver qué onda y se crean unas 400 nuevas cuentas.

"Sistemas deja guita"; reconoce. Con un pasado en Mercado Libre y Garbarino (formó parte del equipo que diseñó su Progresive Web App y le hizo aumentar un 25 por ciento de checkout de compras), Catanzaro pasó sus últimos tres años en Digiventures, una empresa que se dedica a scorear usuarios ante fintechs o bancos y, además, compara préstamos para escoger prestamistas o financieras. Allí, el joven talento se convirtió rápidamente en su líder técnico ("Así dice mi LinkedIn"). Y, pese a tener un buen sueldo, dejó su posición para dedicarse 100 por ciento a Cafecito, su proyecto personal.

Entre los usuarios más destacados de la plataforma hay desde cosplayers hasta podcasteros, pasando por diseñadores gráficos, influencers, activistas LGBTIQ+ y periodistas.

¿El usuario que más cafecitos mueve? "The Lady Market, una chica que es gurú de inversiones. Apenas postea algo, se me disparan las métricas. Hasta tuvo donaciones de $20.000, una locura".

Para sus próximos movimientos, ya asoma dos bombas: las suscripciones ("Tener pagos recurrentes, como débitos automáticos") y la opción de pagar por material exclusivo ("Que el usuario pueda compartir ese material entre sus seguidores que aporten dinero"). Y, en su cabeza, solo ronda una idea: construir el Patreon Nac & Pop.

"Cafecito ya me paga el alquiler y los gastos", bromea Catanzaro.

Este artículo fue publicado en la revista Infotechnology, edición 266 del mes de septiembre/octubre 2020.

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