Dejaron el Gobierno, fundaron su propia empresa y por su invento en WhatsApp quieren facturar $ 50 M
Tras desarrollar el bot de la Ciudad, el equipo creador dejó la función pública y armó una startup para prestar soluciones a las empresas.
En enero Ernesto Kern estaba trabajando en la Subsecretaría de Innovación y Transformación Digital porteña, cuando le llegó una propuesta que no pudo rechazar. Joaquín Muro y Santiago Lombardi, que habían trabajado juntos en Google y fundado la agencia de marketing digital Frubis, querían iniciar un nuevo proyecto y encontraron en Boti, el desarrollo estrella de Kern, el producto ideal.
Con la idea en la cabeza y su experiencia en el sector público en la mochila, Kern renunció y se unió con Muro y Lombardi para crear Bleett. Pocos meses después se sumaría Fernando Benegas, su jefe en el gobierno porteño, para completar el equipo de trabajo y lanzar un bot que ofreciera una solución conversacional a las empresas.
"Es muy raro que una idea desarrollada desde el Estado en la Argentina tenga este nivel de impacto. Hoy Facebook y WhatsApp presentan a Boti como el caso más exitoso, por conversaciones y por complejidad. Y aún más raro es que a partir de ahí se pueda crear una startup", señala Benegas. El desarrollo del bot, explican, implicó agregarle una capa de servicios a una plataforma que ya estaba disponible. Con ello, señalan, se logró una complejidad en el nivel de respuesta a los usuarios.
Muro cuenta que cuando empezó la pandemia pudieron ver el crecimiento exponencial que tuvo el canal conversacional. De un día para el otro, las empresas tuvieron que incrementar la atención al cliente. Y en muchos casos contaban con menos personal para hacerlo.
"Empezamos a hablar con gente en todo el mundo y básicamente vimos que el caso más exitoso era Boti. Y la cualidad que tenía es que no tenía una tecnología diferente. Simplemente era que había tenido un equipo detrás", dice Muro.
Además, se trataba de un sistema en constante transformación, al que se le agregaban funcionalidades en forma continua. "Ese fue el gran punto que nos llamó la atención y que queríamos replicar en nuestra startup. Sabíamos que con el equipo de trabajo que desarrolló Boti se podía armar un producto diferente, que hoy no tiene competencia en el mercado", destaca.
En pocos meses Bleett consiguió su primer trabajo y hoy ya cuenta con seis clientes activos en la Argentina, Ecuador y Brasil. Además, están a punto de cerrar otros contratos, uno de ellos en Perú.
La compañía nació con el ojo puesto en la región. Desde la Argentina esperan poder ofrecer el servicio a toda América latina. Además, hace unas semanas Muro se instaló en España, que será base de operaciones para el desarrollo en Europa.
"Estar allá nos abre las puertas de otro mercado, que increíblemente está menos desarrollado que América latina. Vemos una oportunidad enorme", vaticina Muro. La inversión inicial, aseguran, fue cercana a cero. Solo se necesitó del talento y cuatro computadoras.
Como se iniciaron en plena pandemia, ni siquiera tuvieron que alquilar y acondicionar oficinas. Benegas y Muro esperan terminar el año con una facturación de $ 50 millones. Y, aunque aguardan un importante incremento para 2022, no arriesgan una cifra. "Si la experiencia española sale bien, podría ser un crecimiento enorme", dicen.
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