Fangio, Vilas, Labruna, ¿cómo hubieran sido en los tiempos del Big Data?

La tecnología está cambiando al deporte, a sus protagonistas y a la manera en que los espectadores se involucran.

Transformación digital en el deporte

La película MoneyBall, del 2011, nos trasladaba al año 2002 para contarnos la historia de un Gerente General de un equipo de Béisbol interpretado por Brad Pitt que resuelve apoyarse en un joven economista de Yale especialista en análisis de datos para las decisiones de contratación y formación de su equipo; esto generó una gran disrupción primero en el equipo, y luego en el deporte en general. Desde ese 2002 hasta aquí el análisis de datos aplicado a la gestión deportiva se ha expandido, pero es un proceso que se va a profundizar en los próximos años a partir de la transformación digital, de la que el análisis de datos es solo una faceta. Pero, ¿qué es la transformación digital y cuál está siendo su impacto en este campo?

La transformación digital implica la fusión de nuevas tecnologías e innovaciones y la experiencia de utilizarlas. Se trata de explosiones, colisiones y convergencia de diferentes tecnologías. Algunas de estas tecnologías son Analytics, Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial, la Impresión 3D, los drones, la robótica avanzada y la robótica de procesos, la Nube, los blockchains y Redes Sociales, entre otras.  En el medio de todo esto está Big Data, el almacenamiento de grandes volúmenes de datos que se transforman en información útil retroalimentando a estas tecnologías.

La transformación digital en el deporte se está aplicando en diferentes aspectos. Por un lado, se está utilizando para que los deportistas obtengan mejores rendimientos. Por otro, desde una perspectiva del deporte como espectáculo, brinda herramientas para involucrar al espectador y monetizar a partir de este involucramiento.

La transformación digital utilizada para la mejora del rendimiento deportivo está creciendo en su adopción. Es publicitado el caso de la Selección Alemana de fútbol, que en la preparación del Mundial de Fútbol de 2014, utilizaba en los entrenamientos sensores en los cuerpos de los  jugadores integrados con plataformas que almacenaban y procesaban los datos que se generaban, permitiendo a los entrenadores eficientizar el rendimiento y detectar puntos de lesión. Equipos de fútbol en todo el mundo, utilizan brazaletes en las sesiones de entrenamiento con sensores de ritmo cardíaco, acelerómetros y sistemas de geolocalización. En un solo entrenamiento se generan millones de datos que sirven para predecir la probabilidad de una lesión en un deportista, el pico de su performance, y la cercanía al punto de fatiga. En estos casos vemos cómo se aplica la convergencia de Internet de las Cosas, Big Data y Analytics para la mejora de la performance deportiva. En nuestro país, los equipos deportivos de más presupuesto cuentan con equipos y plataformas de software de análisis de datos y se ha difundido el caso de un director técnico que  está innovando con drones en los entrenamientos. En otra clase de deporte, pero con un ejemplo similar, un auto de Fórmula 1 cuenta con más de 160 sensores. En una sola carrera, un solo auto genera varios Terabytes de datos. Esto permite a los equipos efectuar el análisis de la causa raíz de un problema y eficientizar el consumo de combustible, mejorando el rendimiento.

Pero la utilización de la digitalización no termina en la mejora de la capacidad deportiva, sino que otra de sus aplicaciones tiene que ver con involucrar a los espectadores, y en la medida de lo posible, monetizar a partir de dicho involucramiento. Siguiendo con el ejemplo de la Fórmula 1, en una sola carrera los espectadores generan varios Terabytes de datos desde sus dispositivos móviles, utilizando una app dedicada, enviando tweets, y subiendo fotos a las redes sociales. Estos datos permiten conocer los gustos y preferencias de los espectadores, pudiendo ofrecerles promociones personalizadas en merchandising y tickets. Analizando estos datos, las organizaciones deportivas trabajan en convertir fans en consumidores de productos incrementando sus ingresos.

También la digitalización modifica modelos de negocios. La tecnología, mediante inteligencia artificial aplicada al reconocimiento de imágenes, permite ahora cobrar a los auspiciantes por la cantidad de veces que una publicidad es enfocada por una cámara y aparece durante una transmisión. Este es un modelo de pago de avisos por impresión, similar al que se utiliza en las publicidades de los sitios web y buscadores. También se está experimentando con realidad aumentada, brindando información y estadísticas en tiempo real sobre lo que ocurre en un evento a través de lentes de los que dispone el espectador mientras lo observa. Y a través de la realidad virtual, se pueden vender tickets para que el espectador experimente estar en el estadio, mientras permanece sentado cómodamente en el living de su casa.

Con estos pocos ejemplos, vemos cómo la combinación de diferentes tecnologías digitales está transformando, desde la forma en que un deportista entrena, hasta el mundo que rodea al espectáculo deportivo brindando una mejor experiencia al espectador y haciéndolo partícipe.

Uno de los desafíos fundamentales de la gestión deportiva tiene que ver con la monetización, pero el sólo hecho de imaginarnos a grandes deportistas contando con estas herramientas, nos disparan a lugares increíbles…Vilas analizando sus golpes…el Chueco y las curvas…Labruna sus equipos rivales… Si bien el deporte cuenta con estas nuevas herramientas transformadoras, seguirá siendo tal mientras cuente con una de las herramientas más poderosas, la que hace a su esencia desde tiempos inmemoriales y en la que estos grandes deportistas se apoyaron y también lo hacemos los espectadores: la pasión.

Pablo Sciolla

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