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Cada año en la Argentina, se reciben alrededor de 6.000 ingenieros, según el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería de la República Argentina (Confedi), lo que impacta estructuralmente en la economía del país, pero así y todo al año faltan cubrir más de 10.000 puestos de trabajo profesionales con ingenieros.
En la actualidad, la profesión ingeniería se posiciona como una de las claves para el desarrollo tecnológico de la Argentina y, por esta razón, una cantidad no menor de estos ingenieros han optado por aventurarse y lanzar sus propios negocios para impactar de manera positiva en un mercado que los demanda.
Frente a la crisis, el espíritu emprendedor argentino se reaviva en las cabezas de los ingenieros que intentan dar soluciones comercializables en distintas industrias como la agrícola, el mercado inmobiliario y en el deporte. Hoy, estos profesionales están en todas partes.
Edificios en la nube
En un edificio siempre surgen cuestiones para resolver. Para darle respuesta a estas necesidades, los ingenieros en sistemas Diego Espada (42) y Nicolás Rossi (40) decidieron desarrollar OctavoPiso, una plataforma para fomentar la comunicación y la participación activa en los consorcios.
La historia de ambos ingenieros se remonta a 1999 y a un sótano donde operaban una consultora de sistemas. Eran los más jóvenes de la plantilla y trabajaban en un apéndice de un sindicato de una obra social.
Desde ese entonces, formaron una amistad y decidieron emprender juntos en 2012 con una inversión inicial de US$ 20.000 para validar la idea.
"Cómo puede ser que no haya herramientas que en el mundo corporativo existen hace 20 años.Los consorcios necesitaban herramientas de comunicación y transparencia que en otros sectores ya están consolidadas", argumenta Espada.
"Percibimos que el atraso tecnológico es bastante alto en el sector y desarrollamos un sistema sólido que no se rompe. Desde el primer momento quisimos hacer una plataforma que utilice la última tecnología disponible para que todo escale por sí solo y no tener que preocuparnos de la arquitectura", remarcan ambos ingenieros.
La aplicación funciona con módulos flexibles y se adapta a edificios, barrios privados y guarderías náuticas, por ejemplo. Para esto, los ingenieros desarrollaron sistemas de automatización de experiencia de usuario para que la plataforma escale por sí misma.
"El test es automático. Programamos, ‘deployamos'. Hoy lo sacamos, y mañana está disponible. Hoy se terminó, mañana ya funciona", explica Rossi rápidamente.
En total, el sitio funciona con más de 5.000 tests automatizados y con arquitectura en la nube.
Además, la plataforma está integrada con AFIP por lo que permite liquidar expensas y sueldos, gestionar reclamos, pagar proveedores, emitir facturas de AFIP, registrar cobranzas, gestionar deudores y manejar reservas de amenities, entre otras funciones.
Es decir, Octavo Piso también funciona como un liquidador de sueldo sorteando IFE, bonos y ATP.
Fue fundada en 2012 por dos ingenieros con una inversión inicial de US$ 20.000. Esperan facturar $30 millones en 2021.

"Tomamos las paritarias cuando alguien liquida. A la aplicación no le preocupa si hay un bono nuevo sino que lo sortea exitosamente", dice el ingeniero Espada. Actualmente, por la pandemia, debieron agregar un botón para denunciar fiestas clandestinas y una nueva herramienta para clasificar paquetes y distribuirlos.
"Queríamos facilitarle la vida a los administradores y que las personas puedan darle seguimiento a la distribución interna de los paquetes", sostiene Espada.
En cuanto a la UX de Octavo Piso, todos acceden a la misma plataforma pero hay un módulo de seguridad que permite a administradores tener más o menos permisos. En otras palabras, un propietario ve nada más cinco opciones mientras que un administrador del edificio ve más de 20.
En la actualidad, su modelo de negocios se basa en tres verticales: edificios, administraciones de barrios cerrados y complejos, como así también guarderías náuticas.
El proceso de alta, según los fundadores, tarda alrededor de 24 horas. En números, más de 600 administraciones utilizan Octavo Piso y desde la empresa prevén facturar $30 millones.
A mediano plazo, esperan expandirse a países como México, Chile, Paraguay y Uruguay, pero reconocen que son "mercados distintos" y, a diferencia de la Argentina, en otros países de la región las constructoras manejan los edificios y no las administraciones.
Esta nota salió en la edición 270 de la revista Infotechnology.


