Alianza

El detrás de escena del joint venture entre EMC y Lenovo

Las compañías combinaron fuerzas en una empresa y dos metas en común: el negocio de las pymes y China. El impacto a nivel local y regional y por qué nadie habla de fusión.





El mundo de las grandes empresas tecnológicas no es muy sexy. Mucho menos si las compañías en cuestión se especializan en equipos como servidores, soluciones de infraestructura o hardware corporativo. Generalmente, no tratan de gadgets, ni juegos, ni casos de superación personal (léase entrepreneurs). Sin embargo, cada tanto, aparece un anuncio que permite hacer volar la imaginación. La reciente comunicación conjunta entre dos grandes como Lenovo e EMC fue uno de esos momentos.

A principios de enero, las empresas confirmaron la creación del joint-venture LenovoEMC Ltd., como empresa independiente, que incluye a Iomega, la subsidiaria de EMC en materia de soluciones para pymes, y que tendrá a Eric Arcese, como presidente y director General. El objetivo de la alianza: “la asociación estratégica en cuanto a servidores y soluciones de almacenamiento en red estándar del sector (…) que traerá soluciones de almacenamiento conectado a una red (NAS) de ambas marcas a las empresas distribuidas, sucursales remotas y pequeñas y medianas empresas”, según reza el comunicado.


Alberto Paiva, gerente General de Lenovo Argentina.

Más allá de la evidente oportunidad para el sector Pyme, la alineación entre estas dos empresas tiene una dimensión global no menor. Tanto Lenovo como EMC están entre los líderes de sus respectivos segmentos. La asiática, con un share de 14,9% en el mercado global de PCs, sigue de cerca de su HP (16,5%), según los datos más recientes de IDC. Por momentos, en 2012, llegó disputarle incluso el primer puesto de esa industria.

Por su parte, EMC sigue primero en el negocio de discos de almacenaje externo con una tasa cercana del 30%, de acuerdo a datos de la misma consultora. Además, cuenta con VMware con el líder indiscutido en tecnologías de virtualización en el mundo, que le genera una base sólida para hacerse camino en el negocio del momento, el cloud computing. Por último, ambas compañías acaban de presentar resultados positivos.

La estadounidense logró generar ingresos anuales en 2012 por u$s 21.000 millones, que si bien no alcanzó los u$s 22.000 millones proyectados representan un incremento de 9%, ante de impuestos. El beneficio neto se incrementó en un 11% hasta los u$s 2.700 millones. Mientras, la asiática informó a fines de enero que acaba de cerrar el mejor trimestre de su historia, con un aumento de facturación de 12%, en comparación con igual período de 2011. Sus ganancias tirmestrales, se incrementaron incluso un 33%, hasta u$s 205 millones.

El flamante joint-venture promete entonces con darle más proyección a dos potenciales líderes de la industria, cada una en un mercado de envergadura. En el caso de EMC, la meta no es otra que posicionarse firmemente en un mercado con más de 1.000 millones de potenciales clientes: China.

Joel Schwartz, el ejecutivo que lideró las negociaciones de parte de EMC y que reporta directamente al CEO, Joe Tucci, lo explica en dialogo exclusivo con este medio: “Si bien estamos hace un tiempo en China, donde ensamblamos, hacemos investigación y desarrollo, entendimos que el Gobierno chino tiende a favorecer a las empresas chinas si pueden ofrecer capacidades similares que sus competidores occidentales. Ahí comprendimos que si no lográbamos forjar algún tipo de sociedad con una empresa china, corríamos el riesgo de que, por mucho que hoy estuviéramos a la vanguardia, en tres a cinco años ya no tendríamos razones para sentirnos tan seguros”.

El acercamiento coincidió con el vencimiento del acuerdo licenciatario que tenía EMC con Dell para la rama de servidores, cuyo principal aporte se generó en la rama baja del segmento. “Por eso, lo que buscamos fue una empresa china, pero de alcanze global que pueda aportarnos esa rama de servidores”, indica el Senior Vice President y General Manager Global New Business Development de la firma estadounidense.

La visión del ejecutivo de EMC coincide con las intenciones que la propia Lenovo hizo públicas en los últimos años. Tras convertirse a los largo de los últimos siete años en uno de los principales players en el segmento de computadoras, la compañía, que emplea hoy a 27.000 personas en todo el mundo comenzó a armar su propio ecosistema. En diálogo con este medio, Alberto Paiva, gerente General de Lenovo Argentina, que produce parte de sus equipos en el país en alianza con Newsan, confirmó hace unos meses que el negocio de la empresa a futuro va mucho más allá del concepto de las cuatro pantallas (PC, laptop, tablet y smartphone), apuntando a convertirse en uno de los líderes del sector de servidores y servicios. 

“Vamos poco a poco y obviamente todo el tema de la nube está comenzando, pero estamos entrando a todo el tema del ecosistema”. Tras su test en China, los servidores de Lenovo hoy ya se venden en Venezuela y México y consisten de dos tipos: servidores desktop y rakeables (de 2 U) de hasta dos procesadores.

Es también aquí donde Schwartz de EMC explica otra de las razones que motivaron a su empresa a cerrar un acuerdo tan estrecho como lo es un joint-venture y en el cual Lenovo no solo tendrá un 51% de las participaciones y su empresa un 49%. La compañía asiática realizará además acciones de cobranding de las soluciones de EMC. “A la hora de definir cuál sería el próximo gran segmento a tener en cuenta, ellos focalizaron en servidores. Y eso fue muy importante para nosotros, porque si no tenían esa ambición de convertirse en número uno en ese segmento no hubieran sido tampoco el socio ideal para nosotros”, comenta Schwartz. Su empresa, además de aportar la operación de su subsidiaria Iomega, especializada en el diseño de discos portátiles y memorias, proveerá asistencia en materia de de ingeniería para que la propia Lenovo pueda acelerar el desarrollo de la línea de productos de servidores.

Así, la estadounidense proveerá una solución de sistema operativo ya existente y simple adaptado a los requerimientos de la pequeña y microempresa, que permitirá realizar desde operaciones de seguridad hasta solucionar problemas de storage, todo impelmentado en equipos de Lenovo. Además: “Nos comprometimos a incorporar esos servidores en nuestra línea de productos”, revela el ejecutivo de EMC.

En Lenovo, anticipan que a nivel local, los primeros resultados del joint venture, equipos con solcuiones de Iomega incoporados, estarán llegando a mitad de 2013. La distribución arrancaría tras el primer trimestre. “Hemos hecho este acuerdo para poder atacar de una forma más completa de servicios en el segmento de software para pymes. ¿Por qué? Porque, justamente, entre las pequeñas empresas, con cerca de 30 o 40 empleados, que hacen al grueso de la matriz empresarial en la región, el área de informática es un tema, que les resulta muchas veces difíciles de afrontar porque es un segmento que es bastante específico y que hoy están buscando soluciones más llave en mano”, comentó Paiva, la semana pasada a IT Business, el acuerdo logrado.

“Entonces la meta de esto es poder ofrecer una solución completa y global tanto de informática y almacenamiento como de hardware. Y eso alcanza desde el canal, que es capaz de hacer la integración, el mantenimeinto y el desarrollo del ambiente informático, hasta, obviamente, la distribución de los productos”, resume el CEO local de Lenovo, que recuerda que las soluciones de Iomega en cuestión suelen tener un costo menor a u$s 25.000.

A nivel local, la novedad ampliará la oferta de la empresa. Orientada a tres segmentos: consumo, corporativo y pymes, es en este último donde la compañía necesitaba hacer un nuevo esfuerzo. “El share no era malo, pero tampoco teníamos una solución que nos permitía enfocarnos en lograr una participación de un 20 y 25% de todo el mercado. Y, a medida que uno crece, se empieza a tener mayor granularidad esde el punto de vista de consumidores y de canales, los mismos clientes empiezan a exigir una solcuión más completa entre hardware y storage. Y nosotros eso no lo teníamos, hasta ahora”, dice Paiva.

El foco es compartido por la propia EMC. “Lo que buscamos con este acuerdo no es ganar solamente en China sino a nivel global”, destaca Schwartz, cuya empresa genera el 75% de sus ingresos en el segmento de storage. El ejecutivo no tiene problemas en admitir que Lenovo tiene más canales que abastecen al segmento pyme que EMC. “Y eso, especialmente en el segmento chico, o sea, la ‘p’ de pymes, donde nosotros, hoy, no tenemos presencia, más allá de lo que puede tener con Iomega, que por si misma sólo tiene una presencia limitada”, agrega. Cabe recordar que, según datos de IDC, sólo a nivel local el gasto de las pymes en soluciones de almacenamiento externo llega a apenas u$s 3,5 millones, un volumen que representa emnos del 7% del mercado. Una oportunidad para la que dos compañías con una proyección como la de Lenovo y EMC bien podrían valerse de su dimensión y pensar, incluso, más allá. Aunque, mientras, “nadie habla de fusión”, como se esmeraron por subrayar sus voceros.

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