

Cómo capacitar a los estudiantes de carreras TIC (tecnologías de la información y la comunicación) si hay cada vez menos docentes? Esa es la cuestión. Incentivada por planes estatales y privados, hubo cierta recuperación en el número de ingresantes a carreras informáticas, pero hoy se percibe un problema del otro lado del aula. Que Carlos Tomassino, reconocido profesor universitario y presidente de Fundesco, define de la siguiente manera: “Desde los años ‘50 la tecnología informática crece exponencialmente y con la PC, Internet y la tecnología inalámbrica, el proceso se convirtió en revolucionario. En nuestro país, para la educación en el tema la brecha es cada vez mayor: mientras los actuales profesores envejecemos, pocos se vuelcan a la docencia. La actividad informática es apasionante y paga bien; la docencia, nada bien. Además, esto hace que los alumnos terminen sabiendo más que sus profesores .
Varias aristas
Hay docentes que sólo ejercen la docencia, otros que además trabajan en empresas, estudiantes que tienen actividad docente o que no la desarrollan. Todos coinciden en que en las carreras TIC faltan profesores. Emiliano Vega, estudiante de Ingeniería en Informática de la facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA) a punto de recibirse, opina que “no faltan docentes en general, pero sí en muchas asignaturas claves que tienen una única cátedra, insuficiente para la cantidad de alumnos. Por ejemplo, Proyectos informáticos, Técnicas de diseño y Organización del computador. El cupo en estas materias es de entre 60 y 90 personas, pero las comparten dos carreras y quedan afuera entre 30 y 60 alumnos por cursada. El número de docentes no satisface las necesidades de los alumnos en inquietudes, disponibilidad horaria y tiempos de corrección de exámenes .
La situación no es privativa de Buenos Aires. Roberto Fernández terminó de cursar Ingeniería en Sistemas el año pasado en la UTN Regional Santa Fe, donde dicta clases desde 2005. “Hay dificultad para cubrir puestos de ayudante de primera o jefe de trabajos prácticos, para los que hay que ser profesional —apunta—. Y hay más personas para ocupar cargos de ayudante de segunda, pero como aún están cursando y suelen trabajar ‘full time’, les falta tiempo.
Entre los docentes “multitasking está Fernando Dodino, ingeniero en Sistemas de Información egresado de la UTN Regional Buenos Aires en 1996. Trabaja en Telecom Argentina desde 1993 y empezó a dar clases en su facultad en 1997, donde hoy es profesor de las materias Paradigmas de Programación y Diseño de Sistemas. “Soy docente de alma, pero me lo planteo como trabajo part-time. En materias relacionadas con ciencias básicas hay docentes tiempo completo, pero en las de programación la mayoría trabaja de 9 a 18 en una empresa y luego da clase , expresa Dodino. “Faltan especialmente buenos docentes; hay algunas quejas de los alumnos y a veces, tienen razón, porque hay profesores que hace diez años que no trabajan en la industria —completa—. Pero también están quienes se capacitan.
Primera causa
El bajo salario docente parece ser la gran causa de la poca atracción que genera la docencia. Roberto Fernández, de la UTN Regional Santa Fe, afirma que “lo que más se escucha es el tema económico, que no sólo afecta a nuestra área, pero se nota más porque el ingreso de un profesional de Sistemas es alto y eso potencia el contraste con el ingreso de un profesor. Según puesto y responsabilidad, en Santa Fe un profesional puede percibir desde un monto algo mayor al de un docente hasta el triple. Igual, para elegir la docencia el salario no es determinante y sí lo es la vocación . Según la comparativa de sueldos realizada por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, el cargo universitario más bajo —ayudante de segunda sin antigüedad y con dedicación simple, que son 10 horas semanales— tenía un salario de $ 554 a diciembre de 2008.
Dodino, de la UTN Regional Buenos Aires y Telecom, admite que el sueldo docente mejoró, pero que está lejos de lo que se paga en la industria. Y recuerda: “Pasé años cobrando $ 72 por mes y luego $ 200. Hoy gano alrededor de $ 2.000 por los dos cargos que equivalen a un profesor adjunto con una dedicación y media. Pero en la UTN también hay restricciones en las horas cátedra que se pueden dictar por semana. Quienes sólo se dedican a la docencia tienen cargos en varias universidades .
Es el caso de Carlos Alfredo Leone, licenciado en Sistemas egresado de la UTN-FRBA en 1981, docente de esa facultad desde 1985 y consejero departamental docente desde 2008. Leone trabajó muchos años en empresas y consultoras hasta que en 2003 decidió dedicarse de lleno a la docencia y hoy da clase en cuatro universidades.
“Faltan docentes, y a los alumnos no les atrae serlo porque, con apenas 22 o 23 años, pueden ganar mucho en el sector privado. Y una carrera docente implica trabajar ‘ad honorem’ varios años. Y aunque no sea así, en el ambiente privado siempre hay mayor recompensa económica. Pero en algún momento uno se pregunta qué es más importante, si la plata o la satisfacción personal.
Cuestión de actitud
A la magra dieta docente se suma la actitud de empresas del sector: muchas de ellas proclaman su necesidad de recursos humanos, pero a los profesionales que podrían ejercer la docencia no les dan tiempo para hacerlo y a los más jóvenes no les dan tiempo para capacitarse. Basta leer los avisos de búsqueda de recursos humanos para ver que la gran mayoría ofrece trabajo de tiempo completo y demanda estudiantes. ¿Doble discurso o miopía?
Que los estudiantes trabajen tiene pros y contras. Para Dodino, “les permite entender mejor los contenidos, pero creen que saben más que los docentes y eso les da cierta soberbia, aunque también hay soberbia en algunos profesores. Además, se les reduce el tiempo de estudio .
En cuanto a la carga horaria, casi exclusivamente se ofrece trabajo de medio día cuando son pasantías. Si no, la carga horaria habitual es de 9 a 18 horas. Sin embargo, no todos pueden estudiar sin trabajar.
Didáctica
La capacidad pedagógica de los docentes de carreras TIC es una preocupación generalizada. Para Emiliano Vega —a punto de recibirse de ingeniero—, “muchos alumnos trabajan y adquieren una experiencia que rivaliza con el conocimiento de los docentes. Pero, a veces, el problema es la didáctica: muchos docentes son licenciados o ingenieros más que profesores .
Para solucionarlo, Tomassino propone que la educación tecnológica sea promovida junto con el estímulo a cursar carreras TIC. “No hablo de fomentar carreras pedagógicas orientadas a la tecnología, sino de carreras tecnológicas con orientación pedagógica. Y se debería incentivar a los iniciados en informática más jóvenes a dedicarse a enseñar. Habiendo tantos subsidios… se debería subsidiar su dedicación , enfatiza.
Con él coincide Dodino: “Nadie nos enseña pedagogía. Y el mejor docente no es el que más sabe, sino el que mejor puede transmitir sus conocimientos . Hace dos años que en las cátedras donde Dodino participa están formando alumnos para dar clases. “Hay siete u ocho en cada materia. Pero están dos o tres años sin cobrar y, al estar cursando, tampoco podemos ocuparles mucho tiempo , comenta.
Por su parte, Leone recuerda que en una universidad del sur de Brasil crearon un plan para que los docentes universitarios obtuvieran el doctorado: “La universidad se hacía cargo de los gastos y los docentes se comprometían a regresar a dar clases en ella . Y agrega: “Hoy, los docentes necesitan incentivos, cursos de perfeccionamiento y mejor remuneración .
En la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) también faltan docentes para las carreras TIC. Javier Zuñiga, director de la carrera de Ingeniería en Informática, cuenta que “para atraerlos les financiamos posgrados con el compromiso de seguir trabajando en la universidad. Y les damos beneficios adicionales por publicaciones, desempeño académico y título de posgrado, cursos para mejorar aspectos pedagógicos y técnicos, tutoría para diseño de contenidos y material pedagógico . También hay un programa, “Jóvenes Docentes , a quienes la universidad contrata y les brinda formación pedagógica.
Fernández piensa seguir dando clase cuando se reciba y hasta tiene un proyecto de cátedra electiva. Para explicar por qué, recuerda a un profesor que comparaba la enseñanza con el disparo de una flecha. “Decía que ‘el arquero no sabe exactamente a dónde y cómo va a caer la flecha, pero pone todo el amor en el acto de dispararla’. Eso ilustra lo que siento.