Usamos una fitband durante una semana: ¿mejoró nuestra salud?

Con pocas versiones a la venta en el mercado argentino, las fitbands todavía no "pegaron" tanto en el país, a pesar de tener un número cada vez más creciente de consumidores preocupados por el cuidado de su salud. Probamos la nueva fitband de Exo para ver si los casi $1.000 de inversión valían la pena. 

Encontrar tiempo para ejercitarse es difícil, especialmente si el trabajo o la familia se interponen en es objetivo. Me hago responsable de lo que me toca: salidas tarde del trabajo empujadas por un deadline implacable y las ganas de mirar Netflix 45 horas seguidas son mis excusas preferidas para esquivar el gimnasio. Las largas caminatas por un corte en el subte o los partidos de tenis que surgen espontáneamente entre mi grupo de amigos no terminan de compensar una rutina sistemática de ejercicio diario.

Hasta que llegó a mis manos una fitband

 

No es un reloj más pero lo usé mayoritariamente para saber la hora

En este caso se trata de la nueva fitband de Exo - la Exo Smart Fitband e10 - que presentaron antes de los Juegos Olímpicos. A priori, reinó en mi el escepticismo: sería como usar un reloj más pero un poco más grueso y más plástico, pensé. Y, para quienes quieran solamente saber la hora, funciona bien. De hecho, es su uso principal, siendo la primera opción al activarlo. 

 

Pero es, también, mucho más: una herramienta para saber qué tanto nos movemos

Para quienes pasan tantas horas sentados detrás de una computadora, le pone cifras al sedentarismo. A la mañana arranca en cero y muestra, a lo largo del día, distintas métricas: pasos hechos, kilometros recorridos, calorías quemadas. 

 

Para quienes somos competitivos, la fitband funciona como un estimulo para superar las marcas del día anterior

La App deja configurar diferentes metas a lo largo del día. Por ejemplo, cuántos pasos epnsamos que daremos en esas 24 horas y registra, con un buzz, si se cumple o no esa meta diaria. Empecé con 2.500 pasos la primera semana, pensando que sería difícil llegar a la meta en el primer día. Pero me equivoqué: con un par de reuniones esa mañana, antes de llegar al trabajo había cumplido con la meta de 2.500 pasos. Alcanzar esa meta actúa como feedback positivo y, al menos en mi caso, actuó como estimulo para romper las marcas de esa semana: me bajé antes en el subte y me puse zapatillas solo para "ganarle" a la fitband. 

 

 

Se sincroniza con el teléfono a través de una App que no es fácil de encontrar en el App Store, al menos. 

La App se llama Veryfit2.0 y se puede configurar en varios idiomas. No intenten buscar la App como "Exo fitband" en ningún App Store porque no la encontrarán: es a través de un código QR en la cajita que se accede a la App de manera sencilla. Una vez ahí, se pueden configurar diferentes cosas: nuestra estatura, peso, y objetivos de caminata. Tambien la cantidad de horas que queremos empezar a trackear.

Al estar conectadas via Bluetooth, la batería tiende a consumirse rápido

Para que la App sincronice los pasos que detecta la fitband se necesita conectarlos via bluetooth. Si se los sincroniza un par de veces por día, no pesa demasiado sobre la batería del celular. Ahora, si lo que se busca es sincronización total durante el día, es conveniente tener el cable del celular a mano porque la batería baja rápido. 

 

Lo que nunca se sincronizó fue la función del sueño

Es bastante incómodo dormir con la fitband pero, me dice Javier Mussi, gerente de Marketing y Prensa de Exo, "te acostumbras despué de las primeras tres noches". Es cierto que es cada vez más fácil a medida que pasa el tiempo pero, al menos que tengan una disfunción total del sueño, no lo recomiendo para dormir. De hecho, a mi nunca me funcionó. Quizás sea porque el dispositivo detecta fases de sueño profundo y, si son de moverse mucho, no detecte bien las horas de sueño. 

 

 

El lanzamiento del producto -que es 100% importado - es un primer acercamiento en la categoría para Exo

De hecho, Mussi reconoció que la primera tanda de importación del producto es limitada, para ver cómo funciona en el país. "En Estados Unidos es muy común ver gente en la calle con una fitband porque, además de ayudar con la salud, es realmente estético, no se nota, no algo enorme que llevas en la muñeca", dice. En Argentina, todavía, no hay muchas fitband a la venta en los retailers aunque sí es un producto que se mueve, aunque marginalmente, por e-Commerce en donde muchos compran la famosa FitBit en Estados Unidos, la marca que le dio entidad a la categoría, y la revenden aquí. Hay un mercado potencial en los deportistas y runners y también en los early-adopters. 

 

La fitband de Exo viene en varios colores -el mio es violeta y es mi preferido de todos los disponibles - y sale entre $900 y $1.000, según donde lo compren. 

¿Lo vale? Para quienes están interesados en mejorar su salud, es una buena cosa. Es chiquito, no como otros relojes más profesionales que usan los runners comprometidos como los de Garner, y presenta varias alertas. Un compañero de redacción que fuma lo utilizo en uno de sus breaks diarios y notó una suba importante en sus pulsaciones, lo que puede llevar a muchos a tomar conciencia de sus valores diarios e intentar cambiarlos. Sigue siendo, todavía, un producto de nicho aunque quizás en unos meses se vuelta más popular verlos por la calle, como sucedió en otros países. 

 

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