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Los argentinos estudian idiomas para viajar pero también para mejorar su salud mental

En el país, se destaca el inglés pero, a diferencia de otros países de la región, aparece muy fuerte el italiano. ¿Las razones? La escuela, los viajes y para mantener activo el cerebro.

Aquellas personas que atravesaron su adolescencia en los años noventa recuerdan la proliferación de diversos institutos para estudiar idiomas, tanto en las grandes ciudades del país como en las pequeñas. En las familias (de clase media, al menos) se acostumbraba, incluso si la escuela incluía la enseñanza de un idioma extranjero, a reforzar los contenidos enviando a sus hijos a alguno de estos lugares o con algún docente particular. Pero no era únicamente una cuestión de cada familia sino que había un correlato en el Estado y las organizaciones que se ocupan de la educación.

Puntualmente, en un documento publicado por el Consejo Federal de Cultura y Educación en 1997 ya se indicaba que el aprendizaje de lenguas ayuda a reflexionar sobre los procesos que generan la propia lengua y optimiza su uso, abre el espíritu hacia otras culturas y otras gentes, brinda una visión más amplia del mundo en su diversidad; propicia una estructura mental más diversificada, un pensamiento más flexible y suscita una mayor riqueza cognitiva.

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Además, en las especificaciones para la educación polimodal de 1996 se indicaba también que estas enseñanzas contribuyen a la participación plena de las personas en "la globalización de las comunicaciones, las cuales adoptan un sentido de inmediatez y pertenencia internacional". Queda claro, entonces, que no era simplemente una moda sino una necesidad creciente en un mundo que cada vez esta más interconectado.

Y de esto pasaron ya más de dos décadas. Con la masificación de internet y las comunicaciones globales instantáneas, aquella persona que no maneja al menos el idioma inglés, una suerte de esperanto moderno, se queda afuera de la conversación mundial. Y, ya en el mundo del empleo, es una de las maneras de trabajar para compañías con operaciones en otros países del mundo. Para hacerlo sencillo: hay muy pocas ofertas laborales que no tienen entre sus requisitos el conocimiento de algún idioma extranjero, habitualmente el inglés, y en ocasiones el portugués.

Una nueva forma de aprender

De entonces a ahora, lo que cambió son las formas en que se accede a los cursos de idiomas por fuera de la educación obligatoria. Y aquí como referencia indiscutible de estos tiempos aparece Duolingo, la plataforma de aprendizaje de idiomas más descargada a escala global, que hace tres años empezó con una estrategia que busca poner el foco en los países de América latina.

En este sentido, desde el principio de la pandemia, se vio un crecimiento de más de 30 millones de usuarios totalmente nuevos (o sea, no incluye a quienes volvían a usar la aplicación) en todo el mundo, según cuenta Rebeca Ricoy, gerenta de la compañía en la región. Con estos números, se logró mantener más de 40 millones de usuarios activos durante todo el 2020. Por último, a día de hoy ya sumaron 500 millones de descargas a escala global. Y hay un dato que impresiona: tienen 12,5 millones de usuarios globales al día; o sea, no usuarios nuevos, sino cantidad de personas entran a hacer su clase por día.

La Argentina, en cuanto al aprendizaje de idiomas se trata, es un país particular dentro de la región, aunque comparte una característica puntual, la del idioma más estudiado, que es el inglés. Pero, y a diferencia del resto, el segundo idioma que más interesa a los argentinos es el italiano. "Es el único país en toda la región donde este idioma sale tan alto. Si se ve según el rango etario, también se ve un fuerte interés tanto por el inglés como por el italiano, algo que no suele darse tan a menudo en el resto de los países", detalla Cindy Blanco, científica de Aprendizaje senior de Duolingo.

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En el tercer puesto, cuenta Blanco, hay un empate técnico entre el francés y el portugués, el cuál varía dependiendo de la edad de los usuarios. En orden, los idiomas más estudiados en el país además del inglés son: italiano, francés, portugués y alemán. En cuanto a los motivos para estudiar idiomas de los argentinos, primero aparece la escolaridad con 24%, luego viajar (16,8%), y finalmente el cerebro (15,4%), es decir, la salud cognitiva, un ítem que no aparece en otros países. Y en relación con las edades, la edad media de estudio de idiomas en el país es de 33 años, algo que diferencia a la Argentina no solo con el resto de la región sino con todo el resto del mundo.

"También destacamos como hay una gran cantidad de usuarios que tienen más de 50 años y deciden utilizar la aplicación. Esta es otra de las cosas destacadas de la Argentina, que no tiene tanta predominancia de usuarios jóvenes", señala la investigadora. "De esto destaco tres cuestiones interesantes: los argentinos de más de 50 años si quieren estudiar un idioma; no tienen problema en usar la tecnología que ya tenemos disponible; y no vemos en ningún otro lado a tantas personas de esta edad que estudien usando Duolingo".

Los dos idiomas que más crecieron en la Argentina en este año fueron el ucraniano y el coreano. "Estos son casos muy distintos, pero tienen en común que los usuarios argentinos buscan maneras de conectarse con el mundo a través del estudio de un idioma", explica Blanco.

En cuanto a certificados, existe el Duolingo English Test, una prueba que mediante el uso de inteligencia artificial y correctores humanos se asegura de poder certificar el nivel de un estudiante sin tener que solicitar la asistencia física a un sitio puntual. Se trata de un producto extra que brinda la plataforma y que es reconocido por más de 3500 universidades en todo el mundo.

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