Los inversores argentinos que se la juegan por el país: a quiénes le dieron US$ 41.600 millones

Para desarrollar al máximo el potencial de sus negocios, estos emprendedores enamoraron a inversores locales por sumas que superaron los $ 3,5 millones. Qué lo hace unos "distintos".

El ecosistema de gestores de fondos de capital privado y semilla en la Argentina está conformado por 48 empresas que, en un solo semestre de 2020, destinaron US$ 41.600 millones a startups locales, según datos de Microsoft y la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP).

"A pesar de las dificultades por la pandemia, es satisfactorio notar que, aunque con retracciones en los montos invertidos, el capital continúa en movimiento. La gran cantidad de startups financiadas por este tipo de inversión demuestra que el ecosistema emprendedor y el sector tradicional no son excluyentes, sino que pueden funcionar en sinergia", puede leerse en una investigación realizada por la entidad, titulada Estudio de la Industria de Capital Privado, Emprendedor y Semilla en la Argentina.

"La Argentina siempre generó una gran calidad de emprendedores, la combinación entre el conocimiento y la habilidad de ejecución hace destacar a nuestros emprendedores. A su vez, sus emprendimientos son nativos digitales, nacen desde la innovación y son fácilmente escalables. Tienen las condiciones para atravesar e incluso crecer en crisis como la que estamos viviendo", explica Luis Bermejo, fundador y Managing Partner de Alaya Capital.

Para este inversor, de hecho, impulsar a este tipo de startups es una de las vías para reactivar la economía post Covid-19. Ese capital es destinado a emprendedores argentinos para impulsar el desarrollo de tecnología e innovación a lo largo y ancho de diferentes sectores de la economía local. Ellos, por su lado, trabajan en brindar servicios a terceros en el país y expandirse por toda América latina. Estos son tres casos de éxito que muestran cómo se materializan las esperanzas de inversión de quiénes apuestan al talento argentino.

Deitres

Bernardo Martínez Sáez, fundador de Deitres.

El ingeniero industrial Bernardo Martínez Sáez (37) siempre quiso tener su propia fábrica. Cuando estudiaba en la universidad, viajaba en bicicleta y, por esta razón, este vehículo se convirtió en su primera idea de fabricación.

En 2010, el foco de su negocio cambió completamente: fundó Deitres, una startup especializada en Internet de las Cosas (IoT) que desarrolla hardware, software y tecnología Mesh, un protocolo de comunicación de dispositivo a dispositivo.

Hoy se especializan en vender comunicadores para paneles de alarmas a las principales empresas argentinas. "Nuestro modelo de negocio es business to business (B2B), lo que significa que vendemos equipos y servicios a empresas del sector", explica el CEO de la startup.

Estos paneles reemplazan el sistema de alarmas tradicionales y, al funcionar con Mesh, se comunican entre sí. Por otro lado, también tienen ofrecen una plataforma móvil que enlaza las alarmas con las cámaras de seguridad de las casas.

La fabricación de Deitres es en China y en la Argentina el equipo se ocupa exclusivamente de pensar la tecnología. "Fabricamos pequeñas partes en China desde 2016 y luego empezamos a fabricarlo todo allá. Ver en la velocidad en la que crecen esas fábricas me despertó la necesidad de armar una ronda de inversión para poder estar a nivel. Creí que estaba al margen del mundo de las inversiones, pero cuando estuve ahí, me asusté. Volviendo en el avión en 2018, busqué cómo hacer una ronda de inversión y en noviembre de 2019 ya habíamos cerrado nuestra primera gran inversión", cuenta Sáez.

Uno de los grupos que participó fue la aceleradora argentina Neutrón, del conglomerado empresarial Grupo Núcleo. En esa ronda, levantaron US$ 1.000.000.

Un uso interesante de los dispositivos de la startup es que también pueden utilizarse en la industria petrolera. Deitres vende medidores y paneles de alarmas que se conectan por bluetooth o wifi y los ingenieros pueden utilizarlos para verificar desde la casilla el estado de la zona. Esta solución cuesta US$ 120 y suplanta el uso de antenas y cables.

 "Nos llevó cinco años desarrollar nuestro modelo de negocios. La tecnología de comunicación como la plataforma gestiona el monitoreo de alarmas, los medidores y los equipos para fábricas y pozos petroleros. Es tan flexible que es común a los tres verticales", revela el emprendedor.

En este sentido, otro negocio que la empresa espera expandir este año son los medidores de energía inteligentes que podrían reemplazar los medidores tradicionales.

El sistema funciona con IoT y la misma red Mesh para que las distribuidoras puedan tener información del consumo de los usuarios de manera remota. Según el emprendedor, una importante distribuidora argentina invirtió en los medidores inteligentes porque "se paga solo".

"Estamos hablando del reemplazo de más de dos millones y medio de medidores. Esto significa un ahorro operativo para las empresas", dice Martínez Sáez.

"Ya nos aliamos con las tres distribuidoras más grandes del país. Esperamos empezar a instalar medidores lo antes posibles ya que garantizan un ahorro operativo muy grande", dice el emprendedor, cuya startup este año espera facturar US$ 2.700.000. 

Moova

Tony Migliore, fundador de Moova.

En 2018, Tony Migliore decidió desarrollar una plataforma tecnológica que sea capaz de resolver el problema de la última milla. En 2019, realizaron su primera entrega y comenzaron a expandirse ese mismo año lentamente en Brasil y Chile, luego de la salida de Glovo de América del Sur.

Hoy, ya son un player relevante no solo en la Argentina sino que también en la región. En febrero de este año, la startup de logística dio a conocer un nuevo financiamiento de US$ 3.600.000 por parte de Movile, una empresa de venture capital de Brasil.

Aunque desde que fue fundada en 2018 reciben inversiones: ingresaron a una ronda pre semilla en la que recibieron US$ 600.000 de FJ LABS, de Nueva York, y luego participaron en una ronda de inversión semilla en la que invirtió el empresario argentino Alec Oxenford, también recibieron impulso del fondo Alaya Capital y de Kalei Ventures. Además, recibieron mentoría de Endeavor a través del programa Scale Up.

¿Cómo funciona y qué la hace tan atractiva a inversiones? Moova trabaja como un agregador  de empresas de logística que registran su flota y utilizan la plataforma para realizar entregas de última milla aprovechando su capacidad ociosa.

Cada transportista registrado es un Moover, y puede realizar entregas en bicicleta, moto, auto o camioneta. La startup recibe solicitudes de envío durante el día y utiliza un sistema de optimización en tiempo real que permite realizar rutas de entregas de la manera más eficiente, a través algoritmos que contemplan ubicación de los puntos de entregas, tamaño de los bultos enviados y capacidad de cada Moover, entre otras cosas.

"Nos consideramos una plataforma tecnológica que acompaña la logística y aprovecha la capacidad ociosa. Si una persona tiene 10 camionetas, difícilmente las tiene llenas y circulando todo el tiempo. Ese espacio vacío puede aprovecharlo con Moova retirando y entregando paquetes. La logística ya no es más como era antes de la pandemia", explica Migliore, fundador de la startup.

Migliore cuenta que tienen planes para crecer rápidamente en toda la región. "Queremos avanzar en toda América del Sur a gran velocidad. Es un plan agresivo y para eso vamos a utilizar el dinero de la última ronda de inversión", adelanta. 

Razón para el optimismo no le falta. En 2020, realizaron 800.000 entregas de productos mientras que en 2019 alcanzaron las 80.000, es decir, crecieron en un 1.300 por ciento. Sus principales clientes son Samsung, la empresa de cosmética Mac, Arcor, Farmacity y Pepsico.

Este año, esperan facturar más de US$ 2.000.000 y continuar expandiendo su negocio en Uruguay, Chile, Perú, México y Guatemala.

MeCubro

En 2017, Ricardo Bueno se propuso repensar cómo podría modernizar el sector de contratación de seguros en la Argentina y fundó MeCubro, una startup de tecnología que permite a personas contratar un seguro online por hora.

Ricardo Bueno, fundador de MeCubro.

"Desde el momento que empezamos a trabajar estuvimos en permanente crecimiento. Desde antes de la pandemia, surgieron nuevas formas de trabajo y pensé ‘si hay una nueva forma de hacer las cosas, también hay una nueva forma de asegurarlo'", cuenta Bueno.

 Un año después de su fundación, la aceleradora Embarca invirtió US$ 25.000, lo que les permitió crecer nueve veces en un año y facturar 98 por ciento más. Bueno no buscará más inversiones en el futuro, ya que para él, "no hay nada peor que tener plata y no saber qué hacer". Por esta razón, recibe inversiones de terceros en la justa medida e intenta garantizarle a su empresa un vuelo propio. 

El modelo de negocios de la startup es B2B y B2C, ya que no solo apuntan a grandes players del sector como PedidosYa sino que también al consumidor final. 

"Hemos ayudado a personas de bajos recursos a trabajar en barrios privados. Estas locaciones piden un seguro personal. Por ejemplo, los pintores cobran caro porque cuando pedían un seguro, tenían que contratarlo por un mes e iban a hacer un trabajo de solo tres días. Nosotros les permitimos contratar un seguro por el tiempo que necesiten. Es flexible", explica Bueno.

El emprendedor revela que el registro de repartidores se multiplicó por ocho en los últimos meses pero, que en el medio de este crecimiento, debieron migrar la plataforma a una más flexible y tuvieron un gran desafío para mantenerse operativos: "Trabajamos contrarreloj cuando nuestra base de datos explotó. Hasta llegamos a registrar la cantidad de horas que trabaja la persona en otro lado para luego pasarlo y no perder clientes. Me acuerdo que arrancamos con cinco repartidores y hoy ya superamos los 12.000 al día", cuenta Bueno.

Una situación llamativa surgió cuando en 2019, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires canceló el desfile de fin de año por lluvia. Las personas que actuaban y participaban del evento tenían un seguro que solo cubría ese sábado. Cuando intentaron llamar a la empresa aseguradora, no atendían porque era fin de semana. Entonces, se contactaron de boca en boca con la startup para pedir un seguro.

"Ellos no tenían con quién comunicarse porque la aseguradora estaba cerrado. A último momento, los empleados del gobierno porteño pudieron comunicarse con nosotros y se lo solucionamos. Esa es la diferencia en ser una startup", recuerda Bueno.

A mediano plazo, Bueno se prepara para una nueva legislación y requisitos actualizados para que sus clientes puedan trabajar en la calle. Según datos de la empresa, más de 50.000 usuarios utilizan la plataforma y 12.000 repartidores al día solicitan un microseguro para trabajar. En 2021, esperan facturar más de US$ 700.000 y expandirse en al lo menos tres países de América latina. 

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