Tierra del Fuego busca su destino
A finales del año pasado la actividad comenzó a decaer como consecuencia de una caída de la demanda y las restricciones a las importaciones.
Más de 40 años pasaron desde que el presidente de facto Agustín Lanusse sancionó la Ley 19.640, nacida de la necesidad de poblar Tierra del Fuego, un territorio que por entonces aún estaba sujeto a tensiones con Chile. Así se establecería un régimen fiscal y aduanero especial que, con modificaciones, sigue hasta hoy. El régimen de promoción fueguino se orientó a promover la actividad manufacturera y la producción se concentró en artículos de TV, audio y video.
Actualmente, 30 establecimientos que llegaron a emplear a 14.000 personas produjeron el año pasado 25 millones de bienes electrónicos de consumo para el mercado interno, con una facturación de US$ 6.000 millones. Su impacto es significativo: las terminales de electrónica que reciben los incentivos de promoción fiscal y en su mayoría están radicadas en Río Grande, concentran el 27,2 por ciento (11.393 personas) del empleo privado y el 79 por ciento del mercado laboral industrial de la provincia, que tiene casi 150.00 habitantes.
Las empresas cuentan con ventajas impositivas como la exención del pago de los derechos de importación para insumos y bienes de capital, y de impuestos nacionales (IVA y Ganancias). En 2009, La sanción de la Ley 26.539 modificó la nómina de bienes suntuarios gravados por impuestos internos e incorporó, entre otros, a los monitores y teléfonos móviles. Previamente, el decreto 252/2009 había reducido el pago de impuestos para los productos eléctricos y electrónicos producidos en Tierra del Fuego.
Ese beneficio adicional marcó un quiebre. Mayores restricciones al ingreso de electrónicos importados y un mercado cautivo para las empresas en la Isla, que ampliaron su producción: desde 2012, prácticamente la totalidad de los teléfonos celulares, televisores, monitores y equipos de aire acondicionados para el hogar que se pueden comprar en la Argentina están ensamblados en Tierra del Fuego.
Sin embargo, a finales del año pasado la actividad comenzó a decaer como consecuencia de una caída de la demanda y las restricciones a las importaciones. La vulnerabilidad de esta estrategia de producción basada en el consumo interno, un elevado uso de divisas, la baja integración con proveedores locales y el costo fiscal que implica hicieron crecer los cuestionamientos sobre la promoción en Tierra del Fuego.
Para su nota de tapa de octubre, Information Technology estuvo en Río Grande y también consultó a las empresas y a los principales especialistas en desarrollo industrial y electrónica sobre el futuro que puede trazarse para un modelo de producción que necesita reinventarse para tener un futuro.
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