

Cruzar el charco, pasear por Gorlero y recibir la Pfizer. Con el objetivo de atraer extranjeros en la temporada de verano, Uruguay apuesta por el "turismo de vacunas". Es que 2020, a raíz de la pandemia, fue uno de los peores años de los que se tenga memoria y, con más del 60% de la población con el esquema de inmunización completo, el gobierno de Luis Lacalle Pou cree que ofrecer dosis a los visitantes ayudará a recomponer un sector clave de la economía.
Esta será la última etapa del plan de apertura de fronteras del país vecino y se adoptará si las anteriores funcionaron correctamente. El plan, indicó el ministro de Turismo uruguayo, Germán Cardoso, es posible porque "hay stock de dosis disponibles hasta el 2023".
En una primera fase podrán ingresar al país quienes tengan propiedades en el país. A partir del mes próximo será el turno de turistas que tengan el esquema de inmunización completo -se acepta cualquier vacuna- y hayan pasado 14 días de la última dosis. Y más cerca del verano, se abrirá al resto de los viajeros.

Para los argentinos, viajar a Uruguay se convertirá en una versión más económica del "turismo de vacunas". Hasta el momento, quienes querían adelantar la vacunación o ser inmunizados con las dosis de Pfizer o Janssen debían viajar hasta los Estados Unidos.
Con esta apertura, por menos de $24.000 finales, quien desee, podrá cruzar el Río de la Plata en ferry, recibir la vacuna y hacer turismo. Eso es apenas la décima parte del precio de un pasaje a Miami.
La semana próxima el gobierno uruguayo dará el detalle sobre la forma en que se aplicará la reapertura de las fronteras, de cara a la próxima temporada de verano.


