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Roy Cohen tiene 101 años, vive en Estados Unidos y su historia de vida está captando la atención del mundo. No solo por su edad, sino por el estado de salud que exhibe: camina todos los días, mantiene una rutina de ejercicios y sigue tomando decisiones financieras con absoluta lucidez.

Su receta para una vida larga y saludable, compartida recientemente con el medio Business Insider, combina ciencia, constancia y actitud.

A lo largo de su carrera, Cohen fue director ejecutivo de una empresa farmacéutica y se jubiló recién a los 81 años. Desde entonces, se mantuvo activo, con hábitos saludablesy un estilo de vida que, según él mismo reconoce, marcaron la diferencia.

La clave: una dieta mediterránea estricta y sin procesados

Uno de los pilares fundamentales de su rutina es la alimentación. Cohen sigue desde hace años una versión estricta de la dieta mediterránea, reconocida por sus beneficios para la salud cardiovascular, cerebral y metabólica.

Su menú habitual incluye verduras frescas, pescado, aceite de oliva, coliflor, zanahorias, pimientos rojos, repollo y ensaladas. Asegura que evita por completo los alimentos ultraprocesados y la carne vacuna, lo que le permite mantener una buena digestión, energía constante y un organismo libre de inflamación.

Además, su dieta es rica en hierro, zinc y vitamina B12, nutrientes esenciales que ayudan a preservar la masa muscular, la memoria y la vitalidad con el paso de los años.

Ejercicio diario y movimiento constante

A pesar de haber dejado su rol profesional hace más de dos décadas, Roy no renunció a la actividad física. En su rutina diaria incluye caminatas y ejercicios de fortalecimiento de piernas durante al menos 20 minutos, lo que le permite conservar movilidad, equilibrio y tono muscular.

El movimiento constante es, para él, uno de los factores más subestimados del envejecimiento saludable. "Me mantengo en forma, mental y físicamente", afirma.

La importancia de una mente ocupada y entrenada

Para Cohen, no alcanza con cuidar el cuerpo: también es esencial mantener la mente activa. Administra sus propias finanzas, planifica tareas domésticas y sigue resolviendo problemas por sí mismo.

"Me encargo de los detalles antes de que aparezcan. Eso mantiene mi cerebro en forma", explicó.

Su visión es clara: el cerebro necesita desafíos diarios para evitar el deterioro. Por eso, no se permite la pasividad y se involucra en tareas cotidianas que estimulan su concentración y toma de decisiones.

Positividad y resiliencia: su filosofía ante la vida

Más allá de lo físico y lo cognitivo, Roy subraya el valor de mantener una actitud positiva. Asegura que no se deja dominar por el enojo ni la envidia, y evita preocuparse por cosas que no valen la pena.

"La gente deja que problemas pequeños le arruinen el día. No podés permitirte vivir amargado", reflexionó.

Nacido en 1922, Cohen creció en una granja sin electricidad ni agua corriente. Superó condiciones adversas desde niño y, gracias a una beca, estudió microbiología. Luego obtuvo una maestría en bioquímica y nutrición, lo que le abrió las puertas al mundo corporativo, donde llegó a convertirse en CEO.

Un ejemplo de longevidad basada en hábitos

Padre de tres hijos y abuelo de seis nietos, Roy Cohen representa un caso inspirador para quienes buscan llegar a la vejez con plenitud. Su historia demuestra que el estilo de vida tiene un impacto decisivo en la calidad de vida a largo plazo.