

El financiamiento de actividades con impacto ambiental, como la deforestación, volvió a quedar en el centro de la escena en la Argentina. La organización internacional Global Witness denunció en un reciente informe que el Banco Santander proporcionó u$s 1300 millones desde 2011 a Cresud, la compañía argentina dedicada a negocios agropecuarios que cotiza en el Merval y en Wall Street.
Global Witness analizó datos públicos sobre las emisiones de bonos de Cresud desde 2009. Allí, Santander es el principal suscriptor de 35 de los 47 bonos emitidos por la compañía desde 2002, y los consorcios liderados por el banco representan más del 90% del valor total en dólares de los bonos emitidos por la compañía.
Según la investigación, el banco también le otorgó a Cresud préstamos directos por más de u$s 50 millones.
Esta financiación aumentó a pesar de que el banco de capitales españoles adoptó en 2018 una política de sustentabilidad que trazó como objetivo limitar la deforestación, además de establecer un objetivo de cero emisiones netas para 2021.
Santander también posee acciones de Cresud. El banco es la entidad europea que más financiamiento concedió a la compañía. Los u$s 1300 millones fueron aportados por Santander y otros bancos argentinos e internacionales. Sin embargo, Santander fue el que más bonos suscribió.

"El apoyo de Santander al modelo de negocio de Cresud ha permitido a la compañía acelerar su expansión geográfica en las últimas dos décadas", denunció Global Witness. Según la ONG, el gigante del agro deforestó 170.000 hectáreas en la Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay en lo que va del siglo XXI.
En 2018, Santander publicó una política de sostenibilidad en la que la compañía describió un nuevo enfoque para la financiación del sector. Allí, rezaba: "El Grupo Santander ha decidido limitar su participación en ciertas actividades (sujeto a un análisis detallado previo de sus impactos ambientales y sociales), como las actividades de petróleo y gas en zonas geográficas sensibles, o las actividades relacionadas con la producción de pulpa y papel, aceite de palma o soja".
Si bien actualizó su política de sostenibilidad, el banco no descartó la inversión o el financiamiento de proyectos vinculados a la deforestación.
Pese el objetivo declarado públicamente de cero emisiones netas en su cartera para 2050, Santander no negó, en diálogo con Global Witness, que continuará financiando a Cresud. La entidad respondió que las acusaciones "contienen imprecisiones y posible información incorrecta", pero se negó a proporcionar pruebas específicas que respaldaran sus afirmaciones.


