

Contar con una dieta balanceada es una de las claves para transitar los años de forma saludable. Una alimentación incompleta puede significar dolores, fatiga, dificulta para dormir, falta de energía, entre otros.
En este contexto, existen ciertas vitaminas y minerales que toman mayor relevancia conforme se llega a la terceraedad, por lo que conviene tenerlos en cuenta.

Vitaminas esenciales a partir de los 50 años
Durante la etapa de los 50 años, los adultos enfrentan una grave pérdida en la densidad de los huesos, lo que significa que un simple golpe puede resultar en una fractura que requiera atención médica especializada.
En la misma línea, deben reforzar su consumo de vitamina D, ya que es la encargada de potenciar la absorción de calcio. También, cumple otros roles como mantener buenos niveles de fósforo, recuperar el tejido óseo y más.
Según estudios científicos, los varones deben consumir 1.000 mg al día y las mujeres 1.200 mg. Los principales alimentos que contienen calcio son los productos lácteos como la leche y el queso.

Vitaminas esenciales a partir de los 60 años
Una vez el umbral de los 60 años, el organismo pierde la capacidad de absorber y sintetizar la vitamina B12. Este déficit está relacionado con la aparición de anemia, fatiga y hasta enfermedades neurodegenerativas como la demencia.
Se aconseja consumir cerca de 2.4 gramos del nutriente al día de fuentes como hígado, almejas, pescados y queso. En la misma línea, se deben realizar estudios de forma semestral para determinar si es necesario complementar la alimentación con vitaminas.
Vitaminas esenciales a partir de los 70 años
A partir de la tercera edad, se debe incrementar el consumo de proteínas, ya que suelen perder gran parte de masa muscular. El músculo es el principal responsable de proteger los órganos internos y los huesos frente a las caídas y golpes.
Este grupo también debe consumir vitamina B12 y D para fortalecer los huesos y garantizar un óptimo funcionamiento cognitivo.





