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Las infusiones dejaron de ser solo una bebida reconfortante para convertirse en aliadas del bienestar. Entre las opciones naturales que más interés despiertan, el té de laurel se destaca por sus propiedades digestivas, antiinflamatorias y relajantes.
Aunque esta planta es conocida por su uso en la cocina, su potencial terapéutico sorprende cada vez más.
¿Por qué el laurel es bueno para la salud?
El laurel, originario de la región del Mediterráneo, se reconoce por sus hojas verdes y aromáticas. Más allá de su uso en guisos y salsas, esta planta fue utilizada durante siglos en remedios caseros por civilizaciones antiguas.
Hoy, la ciencia empieza a respaldar lo que la sabiduría popular ya intuía: el laurel tiene compuestos activos que pueden beneficiar al cuerpo de múltiples formas.
Consumido en forma de infusión, el laurel ayuda a mejorar la digestión, reduce la hinchazón abdominal, alivia dolores musculares y articulares, y favorece la sensibilidad a la insulina.
También se lo asocia con efectos positivos sobre el hígado y los riñones, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a relajar el cuerpo y la mente.

Cómo preparar un té de laurel en casa
Hacer esta infusión es simple y no requiere ingredientes difíciles de conseguir. Para una taza aromática y efectiva, seguí estos pasos:
Ingredientes:
- 3 hojas de laurel frescas o secas
- 1 pizca de canela en polvo
- 2 tazas de agua
- Limón y miel (opcional)
Preparación:
- Lavá bien las hojas de laurel.
- Herví las dos tazas de agua en una cacerola.
- Agregá las hojas de laurel y la canela.
- Dejá hervir durante 10 minutos.
- Colá la infusión y servila caliente.
- Si querés, podés sumar unas gotas de limón o una cucharadita de miel para mejorar el sabor.
¿Cuándo es mejor tomarlo?
El momento ideal para consumir té de laurel es por la mañana en ayunas o después de las comidas principales. En el primer caso, activa el sistema digestivo desde temprano; en el segundo, ayuda a procesar mejor los alimentos y a reducir molestias como gases o pesadez estomacal.
La recomendación general es no superar las dos tazas diarias. Aunque es una planta segura, sus principios activos pueden generar efectos adversos si se consume en exceso.
En grandes cantidades, puede provocar somnolencia, náuseas o malestar estomacal. Además, no se aconseja su uso durante el embarazo, la lactancia o en personas con enfermedades hepáticas graves o que toman anticoagulantes. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de incorporarlo a la dieta.

Otras infusiones que también cuidan tu salud
El laurel no es la única planta con beneficios. Estas son otras infusiones que podés sumar a tu rutina diaria:
- Manzanilla: calma el sistema nervioso y mejora la calidad del sueño.
- Menta: alivia cólicos, mejora la digestión y refresca el aliento.
- Romero: estimula la memoria, mejora la circulación y actúa como antioxidante.
- Salvia: regula la transpiración, alivia dolores menstruales y fortalece las defensas.
- Tomillo: ideal para combatir resfríos, tos y dolor de garganta.
- Cedrón: tiene un efecto sedante suave, perfecto para reducir la ansiedad y favorecer el descanso.


