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Con el cierre del año, muchos buscan marcar un “antes y después” y abrirle la puerta a un ciclo más liviano. Entre las tradiciones más populares en el mundo espiritual, los rituales de limpieza energética del hogar vuelven a ganar protagonismo.

No se trata solo de ordenar o ventilar ambientes: para quienes los practican, es una manera simbólica de dejar atrás el desgaste acumulado y renovar la energía del espacio donde vivimos.

Aromas que purifican: sahumos y hierbas clásicas

Los sahumos artesanales se convirtieron en un clásico de diciembre. Las combinaciones más buscadas suelen incluir palo santo, romero, laurel, ruda, lavanda y copal.

Los aficionados a la espiritualidad recomiendan recorrer la casa lentamente, habitación por habitación, dejando que el humo llegue a rincones, marcos de puertas y ventanas.

También sugieren hacerlo con intención clara: agradecer lo vivido y “soltar” lo que ya cumplió su ciclo.

El poder del sahumerio para limpiar los ambientes del hogar. Fuente: Shutterstock.
El poder del sahumerio para limpiar los ambientes del hogar. Fuente: Shutterstock.miniseries

El poder simbólico del orden

Marie Kondo no fue la primera en decirlo, pero sí popularizó algo que en estas fechas cobra fuerza: limpiar y ordenar es también una forma de mover energía. Descartar lo que ya no se usa, reorganizar muebles, abrir cajones y donar ropa son acciones que muchos consideran parte esencial del ritual de fin de año.

El acto de ordenar suele asociarse con “hacer espacio” para lo que viene, un gesto que combina lo práctico con lo simbólico.

Agua y sal para la purificación

Otra costumbre es pasar un balde con agua tibia y sal gruesa por los pisos para “bajar cargas”. Hay quienes agregan unas gotas de limón o vinagre. Más allá de las creencias, la sensación de frescura y limpieza colabora con la idea de renovación del ambiente.

Cómo hacer un ritual de limpieza energética en casa: paso a paso

Para quienes quieran recibir el nuevo año con una atmósfera más liviana, acá va una guía simple y accesible:

1. Abrir puertas y ventanas

Ventilar es el primer gesto del ritual. Se interpreta como dejar salir lo viejo y permitir la entrada de aire y energía renovada.

2. Realizar una limpieza rápida del espacio

No hace falta un operativo extremo: alcanza con ordenar, despejar superficies, sacar basura y liberar rincones. Según quienes practican este tipo de rituales, el desorden estanca tanto lo visual como lo simbólico.

3. Preparar los elementos

Sahumo (ruda, romero, lavanda, palo santo), una vela blanca, un cuenco resistente o un balde con agua y sal gruesa. Cada persona puede elegir lo que más le resuene.

4. Marcar una intención

Pedir claridad, armonía familiar, prosperidad o simplemente paz. La intención funciona como el “corazón” del ritual.

5. Sahumar el hogar

Con el sahumo encendido, recorrer la casa desde la entrada hacia adentro. Pasar por rincones, marcos y debajo de muebles. Algunos recomiendan moverse en el sentido de las agujas del reloj para “acompañar” el flujo de la renovación.

6. Limpieza con agua y sal (opcional)

7. Encender una vela blanca

La vela simboliza claridad y apertura de caminos. Se suele dejar encendida un rato en un lugar seguro para “sellar” el nuevo clima energético.

8. Cerrar con agradecimiento

El ritual finaliza con un breve momento de pausa: agradecer el año que se va, lo aprendido y el hogar que habitamos.

Limpieza energética: una tendencia en crecimiento

Los rituales de limpieza energética no son nuevos, pero crecieron en popularidad en los últimos años. Más allá de creencias, para muchos estos rituales funcionan como una excusa amable para reconectar con el hogar, bajar un cambio y empezar el nuevo año con intención y liviandad.