

La lectura es un gran primer paso para aprender a administrar las finanzas personales. Y, a la hora de elegir un título introductorio, el bestseller Padre rico, padre pobre escrito por Robert Kiyosaki es uno de los clásicos.
El autor se graduó de la Academia de la Marina Mercante de los Estados Unidos con una licenciatura en ciencias. Más tarde, se unió a la Infantería de Marina y se desempeñó como piloto de helicóptero artillado durante la Guerra de Vietnam. Luego se inscribió en un programa de MBA en la Universidad de Hawái en Hilo.
Kiyosaki ha construido una riqueza eterna a través de su viaje de toda la vida de inversiones, eventos de conferencias y bienes raíces. La mayoría de sus ingresos provienen de sus seminarios realizados por personas que pagan para usar la marca Rich Dad por motivos de marketing.
Del libro se pueden extraer varias enseñanzas sobre cómo lidiar con el dinero . Pero siete son las principales y a las que hay que prestarles atención, entre ellas la definición de activos y pasivos financieros.

Padre rico , padre pobre: las 7 enseñanzas que deja para hacer crecer tu dinero
Los ricos no trabajan por el dinero, sino al revés: el capital trabaja para ellos
Según explica el libro, la mayoría de las personas trabaja para sobrevivir. Y ante un problema financiero recurren a esperar o pedir un aumento de salario. Sin embargo, la gente rica "hace dinero" y no trabaja para ganarlo. Por el contrario, ¿compra activos, que son los que luego generarán ingresos.
La educación financiera es la riqueza más importante
Tener dinero no soluciona los problemas porque así como hoy está, mañana se puede perder. "La inteligencia resuelve los problemas y produce dinero, y el dinero sin inteligencia financiera se pierde rápidamente", señala Kiyosaki. Por eso, se recomienda tener nociones de contabilidad, inversión, mercados, leyes, ofertas, marketing, liderazgo, escritura, hablar en público y comunicación.
No trabajar solo para ganar dinero, sino para aprender
El trabajo no solo ofrece un salario, sino la posibilidad de mejorar las habilidades que ya se tenían y aprender nuevas. Con más conocimientos y mejores skills aparecerán nuevas posibilidades de mejorar la situación laboral (y patrimonial).
Hay que conocer la diferencia entre activos y pasivos, y tu objetivo son los activos
Según Kiyosaki, un activo financiero es todo aquello que pone dinero en tu bolsillo de manera constante. Esta definición se centra en el flujo de efectivo que genera una inversión, en lugar de su valor contable tradicional. Para el autor, los verdaderos activos son las inversiones que producen ingresos pasivos, es decir, dinero que se recibe sin necesidad de trabajar activamente por él.
Algunos ejemplos de activos, según su filosofía, incluyen negocios que no requieren tu presencia, bienes raíces que generan ingresos por alquiler, y acciones o bonos que pagan dividendos o intereses. La mentalidad que promueve es la de acumular este tipo de activos para generar riqueza a largo plazo.
Por el contrario, Kiyosaki define un pasivo financiero como cualquier cosa que saca dinero de tu bolsillo. Bajo esta perspectiva, elementos que tradicionalmente se consideran activos, como la casa propia o un automóvil, son en realidad pasivos porque generan gastos continuos (hipoteca, impuestos, mantenimiento, seguros) sin producir ingresos.
Otros ejemplos claros de pasivos son las deudas de tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y otros gastos personales que no contribuyen a generar ingresos.

Reducir los gastos lo máximo posible
Hay que tener la menor carga de deudas posible porque, al final, lastra la libertad financiera que se quiera conseguir. Sin embargo, hay que diferenciar una deuda "positiva", como una hipoteca, de otra "negativa", como los préstamos para consumo.
Reinvertir los beneficios
La rentabilidad creada por tus activos debería ser invertida nuevamente en otros activos, según se extrae del libro. "No pienses en cómo obtener más ingresos, busca activos más valiosos; así debes repetir el ciclo", indica.
No dejar dinero en manos de un asesor financiero
Es crucial estar al tanto de lo que sucede con las propias inversiones. La ayuda de un asesor financiero puede ser útil, pero no es la única carta que se debe jugar.



