

El Alzheimer es hoy una de las mayores obsesiones de la ciencia: esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 55 millones de personas en todo el mundo es ampliamente estudiada en busca de mejores tratamientos y formas de detectarla.
Ahora, tal como analiza una nueva serie de la revista médica The Lancet sobre esta enfermedad, el panorama del Alzheimer se ve sacudido por dos nuevas drogas que parecen ralentizar su avance, aunque con beneficios modestos y riesgos que requieren vigilancia: ¿de qué se trata y qué se sabe?
Alzheimer: las nuevas drogas que generan esperanza, aunque también dudas
Después de décadas de fracasos, la ciencia médica logró un hito histórico en los últimos años: desarrollar los primeros medicamentos capaces de frenar, aunque sea parcialmente, el avance implacable del Alzheimer.
Se trata de lecanemab y donanemab, dos fármacos que ya están aprobados en 45 países, incluyendo Estados Unidos, Europa, Reino Unido, China y Japón.
A diferencia de los tratamientos anteriores, que solo aliviaban síntomas temporalmente, estos nuevos medicamentos atacan directamente una de las causas de la enfermedad: las placas de proteína beta-amiloide que se acumulan en el cerebro de los pacientes con Alzheimer.

Según uno de los tres estudios compartidos por The Lancet, "Lecanemab y donanemab son los primeros anticuerpos monoclonales con evidencia inequívoca de eficacia para reducir el deterioro cognitivo y funcional en la enfermedad de Alzheimer".
En esencia, estos fármacos funcionan como una suerte de "equipo de limpieza para el cerebro", diseñados para atacar especies agregadas de la proteína -amiloide.
Actualmente, la ciencia observa una correlación directa entre el grado de eliminación de placas amiloides y la ralentización del deterioro cognitivo vinculado al Alzheimer, por lo que este avance resulta esencial.
Recientemente aprobadas en distintos países, se observa que ambas drogas son muy eficaces para eliminar las placas de amiloide del cerebro. Donanemab, por ejemplo, redujo los niveles detectados en más de un 80% después de 18 meses.
En promedio, el informe de The Lancet explica que "lecanemab y donanemab ralentizaron el deterioro cognitivo y funcional en un 27 % y un 36 %, respectivamente". En términos prácticos, esto significa ganar entre 5 y 6 meses de tiempo sin deterioro adicional durante los 18 meses de tratamiento.
Sin embargo, no todo es color de rosa: para la ciencia, estos valores no son considerados de eficacia especialmente alta, mientras que "actualmente se desconocen los resultados a largo plazo" de las drogas y sus efectos secundarios pueden ser graves en algunos casos.
Así, si bien estos medicamentos son extraordinariamente buenos eliminando las placas cerebrales, su efecto en la vida diaria de los pacientes es más modesto de lo que muchos esperaban.

¿Es mucho o poco? Tal como marca The Lancet, hoy los expertos debaten esto. Para algunas familias, esos meses extra pueden significar la diferencia entre que un ser querido pueda seguir conduciendo su auto de manera independiente o necesite supervisión constante para salir de casa.
Alzheimer: efectos secundarios importantes de las nuevas drogas
Aquí está el gran pero. Estos medicamentos pueden causar una complicación seria conocida como ARIA (Anormalidades de Imagen Relacionadas con el Amiloide), que incluye inflamación cerebral o pequeñas hemorragias.
Las cifras son preocupantes: uno de cada cinco pacientes con lecanemab y uno de cada tres con donanemab desarrollaron estas complicaciones. La buena noticia es que el 80% de los casos no presentan síntomas. La mala es que, en los casos graves, pueden causar dolor de cabeza severo, confusión, mareos o problemas visuales.
Además, hay un factor genético clave: este riesgo es mucho mayor en personas con una variante genética específica llamada APOE 4. Por eso, antes de comenzar el tratamiento es obligatorio hacer una prueba genética. De hecho, en Europa, quienes tienen dos copias de este gen directamente no pueden recibir el medicamento.
Debido a estos riesgos, los pacientes necesitan:
- Una resonancia magnética antes de empezar
- Al menos tres resonancias más durante el primer año
- Visitas regulares para la infusión intravenosa del medicamento
¿Quién puede recibirlos?
No cualquiera es candidato para estos tratamientos. Los requisitos son estrictos:
- Solo pacientes en etapa temprana: aquellos con deterioro cognitivo leve o demencia leve. No funciona en etapas avanzadas ni se recomienda como prevención.
- Confirmación obligatoria: se debe comprobar mediante un escáner cerebral especializado (PET) o análisis de líquido cefalorraquídeo que efectivamente hay acumulación de amiloide en el cerebro.
- Sin ciertos factores de riesgo: Nno pueden recibirlo personas que toman anticoagulantes o tienen antecedentes de microhemorragias cerebrales.





