

- El ajuste secreto que los técnicos conocen (y vos también deberías)
- Cómo desactivar las animaciones paso a paso
- Por qué las apps desactualizadas están frenando tu celular
- El problema del almacenamiento lleno (y cómo solucionarlo)
- El reinicio semanal que pocos hacen (pero deberían)
- El resultado: un teléfono más rápido sin gastar un peso
Tu celular empezó a arrastrarse como tortuga, las apps tardan una eternidad en abrir y la pantalla se traba justo cuando más apuro tenés. Antes de resignarte a comprar un equipo nuevo o llevarlo al técnico, existe una configuración oculta en Android que podría resolver el problema en menos de dos minutos. Y no, no hace falta ser un experto en tecnología.
La lentitud en los smartphones no siempre es sinónimo de obsolescencia. Muchas veces, el teléfono está desperdiciando recursos en efectos visuales que lucen bonitos, pero que sacrifican velocidad. La buena noticia es que desactivar estas animaciones puede transformar la experiencia de uso, especialmente en equipos que ya tienen unos años encima.
El ajuste secreto que los técnicos conocen (y vos también deberías)
Avast, una de las empresas de seguridad digital más reconocidas, recomienda eliminar las animaciones y transiciones gráficas del sistema. Estos efectos visuales consumen recursos de la GPU y el procesador que podrían destinarse a tareas realmente importantes, como abrir WhatsApp rápido cuando te llega un mensaje urgente.
El problema es que este ajuste no está a simple vista. Tenés que ingresar a un menú escondido llamado Opciones de desarrollador, un sector que Android mantiene oculto porque incluye configuraciones avanzadas. Pero no te asustes: activarlo y hacer los cambios es más fácil de lo que parece.

Cómo desactivar las animaciones paso a paso
Primero, entrá a Ajustes en tu teléfono. Después buscá el apartado Opciones de desarrollador. Si no aparece, probablemente tengas que activarlo primero tocando varias veces sobre el número de compilación en la información del dispositivo (pero en la mayoría de los celulares modernos ya está disponible).
Una vez adentro, buscá estas tres opciones:
- Escala de animación de ventana
- Escala de animación de transición
- Escala de duración de animador
En las tres, cambiá el valor a "Animación desactivada".

Listo. Tu teléfono acaba de liberarse de un lastre invisible. Ahora toda esa potencia que se desperdiciaba en hacer que las ventanas se deslicen suavemente está disponible para lo que realmente importa: que las aplicaciones funcionen rápido.
Por qué las apps desactualizadas están frenando tu celular
Otro enemigo silencioso de la velocidad son las aplicaciones viejas. Cuando no actualizás tus apps, el sistema empieza a sufrir incompatibilidades, errores y fallos que se traducen en lentitud. Pero seamos honestos: nadie tiene ganas de actualizar 40 aplicaciones manualmente cada semana.
La solución está en automatizar el proceso. Abrí la Google Play Store, tocá tu foto de perfil arriba a la derecha, entrá en Configuración y activá la opción "Actualizar apps automáticamente". De esta forma, tu teléfono se mantiene al día solo, recibiendo mejoras de seguridad y correcciones de errores sin que tengas que acordarte.
Lo mismo aplica para el sistema operativo. Cada tanto, metete en Ajustes, buscá Actualización de software y fijate si hay algo nuevo disponible. Estas actualizaciones no solo traen funciones nuevas, sino que optimizan el funcionamiento interno del teléfono.
El problema del almacenamiento lleno (y cómo solucionarlo)
Un celular con la memoria al tope es como un armario repleto donde no entra nada más: todo se vuelve caótico y lento. Fotos, videos, aplicaciones que descargaste una vez y nunca más abriste... todo eso se acumula y termina asfixiando el sistema.
La limpieza debe ser quirúrgica. Entrá a Ajustes, buscá Aplicaciones y empezá a desinstalar todo lo que no usás. Esa app de delivery que usaste una vez en 2022, ese juego que te descargaste en un momento de aburrimiento, esas redes sociales alternativas que nunca prendieron: afuera.
Las versiones "Lite": tus aliadas en equipos más modestos
Si tu teléfono ya tiene sus años o no es de gama alta, considerá instalar las versiones Lite de aplicaciones populares. Facebook Lite, Messenger Lite, Twitter Lite... todas estas variantes están diseñadas para consumir menos espacio y procesar menos recursos, sin sacrificar las funciones esenciales.
Eso sí: descargalas únicamente desde la Google Play Store oficial. Las versiones Lite trucha que circulan por ahí pueden venir con regalitos no deseados.
También es clave limpiar la caché periódicamente. Estos archivos temporales se van acumulando sin que te des cuenta y ocupan espacio valioso. Podés hacerlo manualmente desde los ajustes de cada aplicación o usar las herramientas de limpieza que incluye Android.
El reinicio semanal que pocos hacen (pero deberían)
Hay un consejo tan básico que parece tonto, pero funciona: reiniciá tu teléfono una vez por semana. Es como esa siesta reparadora que necesitás después de una semana agotadora: el sistema borra la memoria temporal, cierra procesos fantasma que quedaron colgados y resetea servicios que estaban consumiendo recursos al pedo.
Mantené presionado el botón de encendido, tocá Reiniciar y esperá un minuto. Es especialmente útil si dejás el teléfono encendido 24/7 o si tenés muchas aplicaciones abiertas todo el tiempo.

Este ritual semanal mantiene los recursos internos disponibles para las tareas que realmente importan y previene esos bloqueos frustrantes que aparecen de la nada.
El resultado: un teléfono más rápido sin gastar un peso
Aplicar estos ajustes no va a convertir un celular de 2015 en un flagship de 2025, pero sí puede recuperar gran parte de la velocidad perdida y extender la vida útil del equipo. Antes de pensar en cambiar de teléfono o resignarte a la lentitud, probá estas medidas.
Son gratuitas, reversibles y, en el peor de los casos, te habrán costado solo unos minutos. En el mejor escenario, tu celular volverá a responder con la agilidad que tenía cuando era nuevo.


