

Una investigación llamada Challenge y publicada en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, marca un antes y un después en la forma de tratar esta enfermedad.
Se trata de un estudio internacional presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) reveló que hacer ejercicio aeróbico moderado al menos tres veces por semana puede reducir hasta un 37% el riesgo de muerte por cáncer de colon.
¿Qué tipo de ejercicio ayuda a prevenir el cáncer de colon?
El programa aplicado por los investigadores consistía en 45 a 60 minutos de caminata rápida o 25 a 30 minutos de trote suave, entre tres y cuatro veces por semana, durante al menos tres años.
La actividad física era supervisada por kinesiólogos o fisioterapeutas, y se integraba como parte del tratamiento después de la cirugía y la quimioterapia.

Durante más de 15 años, los científicos siguieron a 889 pacientes con cáncer de colon en estadios II y III. El grupo que realizó este entrenamiento obtuvo una supervivencia global del 90%, frente al 83% del grupo que solo recibió material educativo. Es decir, el ejercicio evitó 7 muertes por cada 100 pacientes tratados.
Combatir el cáncer de colon: ¿por qué es un hallazgo revolucionario?
Este es el primer ensayo aleatorizado que demuestra de forma causal que el ejercicio no solo mejora la calidad de vida, sino que actúa como una forma de tratamiento complementario contra el cáncer.
"No reemplaza la quimioterapia ni la cirugía, pero sí potencia sus efectos", explicaron los coordinadores del estudio, Kerry Courneya y Chris Booth.

Expertos como Mikel Izquierdo, investigador español en salud y ejercicio, afirman que ya hay evidencia suficiente para modificar las guías clínicas.
Sin embargo, advierte que el sistema de salud debe estar preparado: hay que formar profesionales, invertir en infraestructura y garantizar que cada paciente tenga acceso a planes de ejercicio personalizados.




