Un misterioso castillo deshabitado atrae miles de turistas en la Argentina: dónde se encuentra

Ubicado en uno de parajes más bellos de la Patagonia Argentina, se encuentra la Residencia El Messidor ubicada en la provincia de Neuquén, precisamente en Villa La Angostura. Sin embargo, pese a ser visitada por miles de turistas cada año, nadie puede habitar en ella.

Se trata de un majestuoso edificio construido en 1942 al mejor estilo francés, que cuenta, además, con 36 hectáreas con jardines característicos de Francia y supo alojar en sus habitaciones a personalidades mundiales, tales como presidentes.

Residencia El Messidor: por qué no puede ser habitada

A pesar de ser un lugar increíble, amplio y con confortables instalaciones, no puede ser habitado circunstancialmente porque desde 1964 funciona como residencia oficial provincial del gobierno, por lo que únicamente las personas invitadas por el mandatario de turno podrán descansar, recorrer y distenderse en el predio del castillo, obra del arquitecto Alejandro Bustillo a metros del lago Nahuel Huapi.

Esta residencia no está abierta a los turistas en general ya que al ser una propiedad del gobierno de Neuquén  el único que está facultado para invitar gente a este establecimiento es el Gobernador de la provincia. 

Se dice que una de las figuras políticas centrales de los años 90', María Julia Alsogaray, quiso alojarse en El Messidor, pero que el por ese entonces gobernador Jorge Sobisch jamás la invitó.

El Messidor: cuáles fueron las figuras presidenciales que pasaron por la residencia

Muchos fueron los Jefes del Estado Nacional que tuvieron el privilegio de hospedarse en el castillo rodeado de pura naturaleza en medio de la geografía sureña. 

El primero fue Juan Carlos Onganía, presidente de facto de la Argentina, pero también estuvo Raúl Alfonsín, Carlos Menem y entre los extranjeros el paraguayo Alfredo Strossner, el Rey Juan Carlos I de España y el emperador japonés Histórico.

También, de la escena nacional, aunque no por propia voluntad, Isabel Perón pasó días detenida por siete meses, debido a que el castillo además fue utilizado como penitenciaría.

Todos los presidentes que por él pasaron tuvieron sus pedidos especiales para su estadía. Hoy, el lugar sigue siendo un espacio protegido por la gobernación provincial y es por ello que no está abierto al público en general.