Qué tener en cuenta a la hora de comprar pescado para Semana Santa

Es habitual que para Semana Santa se incremente el consumo de pescado, carne blanca a la que muchos argentinos no están habituados a comprar durante el resto del año. Es por ello que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria publicó una serie de recomendaciones a la hora de comprar pescado.

Las sugerencias a tener en cuenta son para evitar una manipulación inadecuada de los alimentos que derive en posibles intoxicaciones. Para ello recomienda lo siguiente:

-Adquirir los productos en comercios; nunca en la vía pública.

-El comercio debe mantener las temperaturas de cámaras y freezers dentro de los niveles exigidos.

-Es muy importante que los pescados y mariscos en exposición y en estado fresco cuenten con abundante hielo en escamas. Adquirir productos de la pesca que tengan agradable aroma a mar.

-El pescado enfriado debe tener: las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y brillantes, y su carne debe ser firme, que no ceda a la presión del dedo.

-Los ojos del pescado fresco entero deben ser brillantes. La presencia de opacidad o su hundimiento es índice de deterioro.

-Los camarones y langostinos no deben presentar manchas negras u olor desagradable, son signos de deterioro.

-Los calamares deben presentar una piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie, sus ojos deben ser vivos, brillantes y salientes y su musculatura consistente y elástica.

-Al adquirir mejillones enteros frescos u otros moluscos bivalvos deben estar “vivos , lo que se comprueba porque las valvas se encuentran cerradas. Si están abiertas, comprobar si con un leve golpe se cierran.

-Recordar que los correspondientes certificados de amparo sanitario de pescados y mariscos son extendidos por el Senasa y/o el Mercado Central de Buenos Aires (para los productos adquiridos allí), donde consta el local como destino final.

-Las latas de conserva de productos pesqueros, al igual que otros enlatados, no deben presentar abolladuras, ni estar hinchadas ni oxidadas. Tener en cuenta los rótulos, procedencia y fecha de vencimiento.

-Es preferible consumir los pescados bien cocidos, especialmente aquellas personas más susceptibles (mujeres embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos).

-No comprar productos de “elaboración casera y/o artesanal que no estén debidamente registrados y autorizados.

-El pescado fresco puede conservarse de 1 a 2 días en heladera y hasta tres meses en freezer. Los productos congelados deben conservarse en freezers (–18º C). En caso de carecer de ellos, guardarlos en el congelador y consumirlos en el día.

-Evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Al descongelarlos no hacerlo a temperatura ambiente y una vez preparados, consumirlos lo antes posible.

-En caso de pesca propia, verificar con la autoridad sanitaria local la seguridad de la captura en el área. Conservarlos en hielo durante la pesca y el transporte.

Para el caso del salmón hay cuidados particulares. Chile, en la actualidad, ocupa un lugar preponderante en la producción mundial de salmón, destinando gran parte de su producción a muchos mercados externos, entre ellos nuestro país, al cual en el último año ingresaron un total aproximado de 15.000 toneladas, destacan desde el Senasa.

“Respecto de la inocuidad de los productos de la pesca y acuicultura importados es importante destacar que nuestro Servicio realiza el muestreo de toda la mercadería de origen animal y vegetal de su competencia que ingresa al país. Los análisis efectuados durante el 2016 y en lo que va del 2017 en los salmones procedentes principalmente de Chile tuvieron resultados conformes, es decir, aptos para el consumo, no detectándose presencia de antibióticos en ninguna de las muestras controladas", indicó el director de Productos de la Pesca y Acuicultura del Senasa, Gustavo Pérez Harguindeguy.

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