CADA UNIDAD DE ESTE MODELO CUESTA 300 MILLONES DE EUROS Y PUEDE ALBERGAR A CASI 900 PASAJEROS

Volar en el Airbus A 380: la experiencia de pasear en el avión más grande del mundo

Un periodista de ‘El Cronista’ participó del vuelo inaugural que organizó Lufthansa en Alemania para estrenar la primera de las 15 unidades adquiridas de este modelo

Volar en el avión de pasajeros más grande del mundo a 400 metros de los techos de Hamburgo, balanceando las alas como si se tratara de una avioneta y viendo los barcos del puerto como si fuera un truco del Google Earth; zambullirse de trompa sobre la pista y, justo cuando uno espera el zacudón del aterrizaje, sentir cómo la nariz se eleva lentamente para volver al juego; recorrer desde arriba las ciudades y los bosques de Alemania como si se tratara de un tour en combi turística; dedicar dos horas y media a pasear por el aire en un trayecto que en los vuelos regulares no insume más de 40 minutos. Todo eso hicieron los 526 pasajeros entre ellos, un periodista de El Cronista, –único medio argentino presente– que la semana pasada llegaron a Frankfurt, invitados por Lufthansa para estrenar el primero de los 15 aviones A380 comprados a Airbus, el consorcio aeroespacial europeo.

El show comenzó en la planta de Airbus en Hamburgo, que tiene aeropuerto propio y un salón de convenciones que albergó una fiesta que culminó cuando una de sus paredes se elevó para dejar a la vista de todos los invitados el A380. Por dentro, es similar a los aviones más modernos, pero con mucho más espacio entre los asientos, incluso en la clase economy.

Tiene dos pisos: el de abajo para economy, y el superior para business y first class.

Los asientos en economy son más anchos y con más espacio para estirar las piernas. Hay también cuatro cámaras exteriores que cada pasajero puede elegir e ir cambiando desde su asiento en su pantalla personal, como si fuera un director de televisión. Así, se puede ir viendo durante todo el vuelo hacia el piso desde dos ángulos distintos, desde la cola del avión, y desde la trompa, con la perspectiva del piloto.

En el despegue, el aterrizaje y el vuelo, el A380 es más silencioso que los aviones de su tipo: hace la mitad de ruido que el resto.

Los 300 millones de euros que cuesta cada uno de estos aparatos se pueden apreciar también en detalles del interior, en la comodidad de los asientos de business y en las turbinas, que consumen menos combustible que otras de su clase.

En la ocasión, Lufthansa presentó además su nueva First Class, que ocupa sólo ocho de los 526 lugares del A380. Cada asiento se transforma en una cama, con sábanas y acolchados incluidos, y permite un espacio privado.

Cada persona podrá pedir el servicio que desee en cualquier momento del viaje, pero en este caso, hay una diferencia con respecto a otras primeras clases: los toilettes. Los dos de First Class son el triple de grandes que lo habitual. Allí, cada pasajero podrá cambiarse en el vestidor con la ropa para dormir que provee la aerolínea y vestirse para viajar del avión impecable.

Para ser uno de esos ocho hay que pagar 12.164 euros y por ahora el único recorrido posible es Frankfurt-Tokio-Frankfurt, aunque en breve Lufthansa destinará sus otros 14 A380 a las rutas hacia Beijing y Johannesburgo. Para Frankfurt-Tokio-Frankfurt, en business se paga 2500 y 4000 euros y en economy entre 500 y 1500 euros.

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