Ventajas para firmas forestales

La industria forestal pasó momentos difíciles en 2003, sobre todo por la situación de sobreoferta mundial que afectó negativamente los precios, no permitiendo alcanzar los niveles esperados. Las perspectivas actuales no son mucho más favorables, ya que sólo se espera una recuperación muy gradual en la demanda y precios de la celulosa. Esta situación afectó a un gran número de empresas en la industria forestal, y generó la reciente revisión a la baja de las calificaciones de varios grandes jugadores internacionales, incluyendo a los dos más grandes de la industria, International Paper y Weyerhaeuser.

No obstante lo anterior, y a pesar de la volatilidad típica de América latina y la aún débil demanda de los productos de celulosa en el ámbito mundial, la leve mejora en los precios de la celulosa en el primer semestre se reflejó en una importante recuperación del margen operativo de los exportadores de celulosa de la región. Empresas exportadoras de bajo costo, tales como la chilena Celulosa Arauco y Constitución y la brasileña Aracruz Celulose prácticamente no fueron afectadas por el desaceleramiento de las economías locales, ni la aversión al riesgo de los mercados internacionales en comparación a otras compañías latinoamericanas.

La región tiene ciertas ventajas dadas las favorables condiciones climáticas y de suelo: el pino radiata chileno madura en cerca de 20 años, contra los 60 años de los escandinavos y más de 80 años de los canadienses. Por esto, los productores en el cono sur logran bajos costos de producción de fibra que, combinado con una activa política de desarrollo del bosque, los ubican dentro de los niveles más bajos de la curva de costos en el ámbito mundial, y les brindan un factor de éxito clave en una industria de precios altamente cíclicos. Si bien la rentabilidad y la generación de fondos están sujetas a las fluctuaciones del precio de los comodities, la baja estructura de costos de estos productores les permitió seguir teniendo sólidos niveles de rentabilidad, aún en períodos de precios bajos. Este es el caso de Arauco, que en los primeros nueve meses de 2003 alcanzaba una rentabilidad operativa medida en términos de Ebitda de casi 43%.

Dentro del contexto global desfavorable, no todos los jugadores de la región comparten la misma suerte. Los productores de distintos grados de papel de México y Brasil, con mayor dependencia de las economías domésticas, fueron afectados más significativamente por el deterioro de los mercados regionales. La industria de papel y embalaje de México continúa siendo fuertemente golpeada por la débil situación económica en los Estados Unidos, la disminución en la demanda por parte de los sectores industriales domésticos, el incremento de la competencia de importaciones, especialmente en el segmento dedicado al consumo masivo, y un incremento en los costos de producción no traspasado a precios (energía y levemente crecientes precios de celulosa).

Copamex, por ejemplo, debe enfrentar un alto endeudamiento y una muy ajustada liquidez. En Brasil, el productor de papel para embalaje Klabin, que también posee un fuerte foco en el mercado doméstico, a diferencia de Copamex, sí logró ajustar sus precios con el objetivo de reflejar no sólo la considerable devaluación de la moneda sino también el nivel de inflación, lo que a pesar de haberse traducido en una leve reducción de los volúmenes le permitió mantener una sólida generación de efectivo.

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