Venezuela: la clave pasa por la política

Basados en las opciones y recursos al alcance del presidente Chávez, Fitch Ratings considera que el resultado más probable de la actual crisis política será que permanezca en sus funciones hasta 2006 para terminar su mandato, aunque las probabilidades de que deba dejar la presidencia antes no son despreciables. Si bien el apoyo popular sólo rondaría entre 30% y 40%, su posición es privilegiada, con considerable influencia sobre el poder judicial y legislativo, además de los militares. Chávez ya superó el intento de golpe en abril de 2002 y la huelga general entre diciembre de 2002 y febrero de 2003.

Los eventos políticos seguirán siendo por un tiempo determinantes de la calidad crediticia del soberano venezolano. El curso de los eventos políticos permanece incierto, pese a la menor incertidumbre respecto de la que había durante la huelga general. Un cambio en la calidad crediticia podría depender del precio del petróleo y el potencial impacto de cualquier cambio en la política cambiaria y de control de capitales.

Definir un escenario cierto para el futuro político de Venezuela es imposible. Existen varias tácticas constitucionales que Chávez podría utilizar para demorar o detener el referéndum. Pero la Constitución y las reglas actuales del Consejo Nacional Electoral (CNE) determinan ciertos límites temporales para responder a un pedido de referéndum. Si el CNE se toma el tiempo máximo permitido para cada paso del proceso, y sin que medien otras demoras legales o administrativas, que pueden surgir de la Corte Suprema o el CNE, un nuevo presidente podría asumir en abril de 2004. También puede haber demoras por parte del ejecutivo si decidiese aplicar alguna medida por decreto en el contexto del estado de emergencia.

Si el referéndum se demora para después del 19 de agosto de 2004, cuando se cumplen cuatro de los seis años del mandato de Chávez, la Constitución establece que si el referéndum remueve al presidente, el vice debería cumplir con el resto del mandato sin llamar a nuevas elecciones. Dado que el vicepresidente es un aliado cercano a Chávez, este no es un resultado favorable para la oposición.

El mínimo de votos necesarios por el referéndum para remover al presidente es la cantidad de votos que recibió cuando fue elegido más uno (3.757.774). La cantidad de votos a favor del presidente debe ser menor a este número. En las elecciones de 2000, sobre 11.720.660 votantes habilitados se registró un 54% de votos válidos, de los cuales 57% votó a favor de Chávez. Según una encuestadora venezolana, el porcentaje de rechazo hacia Chávez hoy es del 63%, de los cuales tres cuartas partes expresa que se presentaría en el referéndum. Sin embargo, históricamente las intenciones de voto resultaron sobrestimadas, dado el potencial de que haya episodios de violencia o intimidación durante un referéndum.

Las decisiones de la Corte Suprema o del CNE también podrían influir sobre las opciones disponibles para el presidente. Entre otras medidas, la Corte puede interpretar sobre la posibilidad de Chávez para presentarse nuevamente en las elecciones que surjan del referéndum. Los líderes de la oposición están convencidos de que Chávez no podría presentarse si perdiera en el referéndum, pero aun no se emitió una opinión definitiva al respecto. La Corte también podría permitir que Chávez se vuelva a presentar si resignara antes del referéndum, si es que se aprueba una modificación a la constitución.

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