LA CLAVE ES APROVECHAR LAS POSIBILIDADES FLUVIALES

Un sistema que tiene todas las ventajas

Con gran capacidad de traslado y cuidado del medio ambiente, este modo genera nuevas inversiones y ocupa más mano de obra

El sistema de transporte hidroviario está compuesto de barcazas y remolcadores que se caracterizan por tener gran capacidad para el traslado de carga masiva. Su potencial varía entre 12.000 y 18.000 toneladas en un solo convoy.

La zona de influencia del sistema fluvial de la Hidrovía Paraná – Paraguay se estima en 700 mil kilómetros cuadrados e incluye las provincias del litoral argentino, los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, gran parte de Bolivia, casi todo el Paraguay y el litoral Oeste del Uruguay. Otras estimaciones sitúan el área de la Cuenca del Plata en los 3.200.000 kilómetros cuadrados. La población se calcula en unos 30 millones de personas.

En el territorio de los países de la Cuenca se encuentra la mayor producción mundial de cereales, productos ganaderos, y café; se encuentran las mayores reservas de hierro, bauxita, y estaño, también hay grandes reservas forestales y otros recursos naturales.

Por otra parte, hay que tener en cuenta los grandes proyectos binacionales como la comunicación ferroviaria transcontinental directa entre los océanos Atlántico (Puerto de Santos) y el Pacífico (Puerto de Mejillones y Arica). Además de la habilitación de puertos sobre el río Uruguay, y el viaducto Zárate-Brazo Largo en pleno funcionamiento.

También hay que tener en cuenta la construcción de puertos de aguas profundas, como el de Mejillones en Chile, que permiten que el transporte internacional conforme un conjunto alternativo de itinerarios.

Además, la explotación del mineral de hierro y la industrialización de los ricos yacimientos del Mutún, constituyen un potencial generador de transporte y abastecedor de este recurso estratégico a la zona.

Una estructura de transporte ineficiente dificultaría las tratativas comerciales y el funcionamiento del bloque Mercosur.

Por ello, es necesario desarrollar vías alternativas para llevar materias primas a los principales centros demandantes del mundo.

Además, diversas tendencias demuestran la importancia de este tipo de transporte.

Ecológicas

Las hidrovías no suponen un peligro para los sistemas ecológicos. Bastaría mencionar que 60 camiones, o bien de 30 a 50 vagones, son necesarios para transportar las 1.500 de una barcaza de 12 por 60 metros.

El 60% de los gases tóxicos que contiene la atmósfera proviene de los automotores, por otra parte, el ahorro de energía es significativo, un HP mueve 150 kgs. en una ruta, 500 kgs. en el ferrocarril, y 4.000 kgs. en el agua.

Doce barcazas, aproximadamente 18.000 toneladas, se movilizan con un remolcador de 4000 HP navegando de 10 a 12 kilómetros por hora.

De acuerdo a las evaluaciones realizadas, el transporte hidroviario es el de menor impacto sobre el medio ambiente, tanto en la etapa de implementación como de operación. Uno de los argumentos más importantes es que el medio hídrico constituye el soporte para el funcionamiento de la hidrovía porque se requieren condiciones de caudal y profundidad para garantizar una navegación segura, económica y rentable. De allí la necesidad de su conservación a lo largo del tiempo. Sin embargo, deben tenerse en cuenta los eventuales cambios en la calidad de sedimentos y aguas que puedan producirse debido a las obras de dragado, las potenciales perturbaciones sensoriales sobre la vida silvestre por incremento del tránsito fluvial, y las probables pérdidas de recursos arqueológicos e históricos debido al dragado y a la navegación.

Por otra parte, deben ser analizados los potenciales impactos indirectos, entre los que se destacan el probable incremento de la población a largo plazo, el consecuente aumento en la demanda de servicios y los cambios en el uso de la tierra.

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