Turquía: una oportunidad para la UE

El mes próximo la Unión Europea puede dar el primer paso hacia una decisión capaz de producir una transformación en el mundo islámico más significativa que la invasión y la reconstrucción de Irak y Afganistán. Específicamente, la UE decidirá si Turquía hizo reformas políticas, legales y económicas que justifiquen que se establezca un cronograma para su ingreso en la Unión.

Hace una año, los votantes turcos, desencantados con los partidos tradicionales, respaldaron por amplia mayoría al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por la sigla en turco), que tiene raíces musulmanas. Una visita reciente nos convenció de que las perspectivas de concretar la adhesión a la UE están acelerando la reforma y mantienen al Partido dentro del sistema democrático secular.

El Parlamento turco, con mayoría del AKP, trata aceleradamente de demostrar que está tomando las medidas necesarias para que el país se convierta en miembro de la UE. Ha adherido a una línea secular y adoptó reformas importantes, como la prohibición de la tortura y la eliminación de la pena de muerte, la autorización a transmitir programas radiales y televisivos en kurdo y otras lenguas, y la reducción del rol del Consejo de Seguridad Nacional, dominado por los militares.

Una respuesta afirmativa de la UE que permita iniciar las negociaciones sobre la adhesión, será el mayor incentivo para que Turquía avance aún más en la modernización y profundización de las instituciones democráticas, fortalezca los derechos humanos, resuelva la disputa con Grecia por Chipre y se mantenga como un estado secular.

S. Eizenstat fue embajador ante la UE durante el gobierno de

Clinton. D. Marchick es un ex subsecretario adjunto del

Departamento de Estado.



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