Todas las aguas, al agua

Juegos de diseño, instalación de accesorios, colocación de revestimientos e interrelación de la zona de piscina con la imagen total de la casa son algunos aspectos a considerar a la hora de hablar del pozo de agua que habita el jardín, la terraza o el interior del hogar. Estado de situación de un bien que puede (o no) ser de lujo.

Más allá del uso y desuso propio de las temporadas, la piscina crece en popularidad. Así, mientras la demanda aumenta y la oferta se acomoda, lo que una vez fue un bien de lujo hoy se convierte en otro elemento de consumo, un bien más que -según el grado de complejidad, diseño y agregados- puede (o no) ser accesible. Por ejemplo, según Luis Bartoloni, gerente de la empresa Olivos Park, la pileta de fibra de vidrio oscila entre $ 3.000 y 8.000, según el tamaño. Las de material, claro, manejan otros costos. En palabras de Paulo Slevin, dueño de la firma Piletas Pilar: “Una piscina de 8 x 4 con borde térmico, filtro, bomba, cuadro eléctrico, buena calidad de materiales, instalada, pintada, bien hecha y funcionando ronda los $ 24.000. Sin luces ni revestimientos .

Por otra parte, la piscina comienza a leerse como un espacio más a considerar en la casa y su potencial presencia desata la imaginación y consideración del posible consumidor. Así, la persona proyecta acorde al lugar más lógico para el asoleamiento, el área más estimulante para la reunión, entre otras cuestiones de locación estratégica. Porque -sea al aire libre o en un espacio cubierto o semicubierto- la pileta ya participa de la imagen total del hogar. Sin ir más lejos, en los casos premium, es común la contratación de un paisajista que intervenga con consejos de ambiente, luminosidad, vegetación, terreno y demás.

Gustos son gustos

Según la preferencia del dueño de casa, el formato de piscina variará. Las opciones, al orden del día: de rectangulares clásicas, a aquellas donde prevalece lo curvilíneo, pasando por un diseño mixto. Así, se elegirá la típica pileta rectangular con las variantes de escalera interior, lateral, exterior o central o bien por la pileta romana con cabezal, arco lateral central, lateral o doble.

También se habla mucho del estilo finlandés; Slevin explica de qué se trata: “el agua rebalsa la acequia, la recoge un vaso compensador y la devuelve dentro de la pileta. Hoy en día llama mucho la atención . Moda o tendencia, el ‘borde infinito‘ -con su respectiva caída de agua hacia otro plano y bordes al nivel del agua- transforma la piscina en una laguna, en un espejo que ya se posiciona como una de las figuritas codiciadas en el mercado piletero. Un nuevo clásico.

Paso a paso

Hecha a medida, la piscina de material nace de cero. Un pozo en la tierra es el punto de partida. Cuenta Slevin cómo es el momento de construcción de la pileta, desde la excavación con máquina o a mano y el retiro de tierra en volquetes hasta el llenado con flotadores incluidos. En sus palabras... “Al cuarto día está lista la estructura de hierros, donde vertimos el hormigón H21 elaborado. Al otro día se manguerea para que vaya fraguando húmedo. Después se le empiezan a hacer todas las cargas hidrófugas de revoque grueso. Se le coloca el borde térmico, se pega todo, se empareja la colocación del borde del lado de adentro y se hace un revoque fino para ser pintada o revestida. Finalmente se colocan los accesorios como las luces, el climatizador; se arma el equipo de filtro, se llena y se pone en marcha. También se puede hacer un solarium . Después de tan detallado esquema, el piletero explica que la obra lleva 20 días hábiles. Días sin lluvia, claro.

Fibra de vidrio: la otra opción

Otros son los tiempos para la instalación de la pileta prefabricada de fibra de vidrio. “Prácticamente puede colocarse en 24 horas , asegura Bartoloni y aclara que lo que diferencia a este tipo de piscinas de las de hormigón es el tiempo y el precio. Rapidez y economía, pues. Si se toma el caso promedio de 6 x 3 -un intermedio lógico- se habla de un costo de $ 4.500, 5.000 aproximadamente. También está la pequeña de 2 metros de largo por 1,4 de ancho que - a $ 700- tiene un target fundamentalmente infantil. “Son piscinas para enterrar. Se hace un borde al costado y quedan perfectas , explica el gerente de Olivos Park. Según su experiencia, la tendencia habla de magnitud: “Con el tiempo hubo necesidad de hacer piscinas más grandes porque el cliente requería eso .

Con picos de venta entre octubre y principios de enero, el comprador tipo de los últimos años es de “clase media pudiente , según Bartoloni. Elige la pileta standard y -en principio- se olvida del mantenimiento: “Sólo necesita que vuelva a pintarse cada tres o cuatro años, cuando se advierte que el color está por debajo del original , agrega.

En lo que refiere a accesorios, las opciones van desde el equipo de filtro (que puede ser portátil o fijo), el calefaccionador (conectado al equipo de filtro) que ronda los $ 3.500 o el sistema de luces (cada luz colocada -sin transformador- sale $ 450). Y si de color se trata, la fibra de vidrio corre por cuenta azulada: celeste intenso.

¿Personalización? El producto de matricería no abandona el standard, pero se puede agregar un mini toque personal de la mano de una guarda tipo veneciana hecha de plotter que, como una calcomanía, se adhiere a la superficie y varía en modelo ¿El precio? Entre $ 500 y 900.

Coloreame

Aunque todavía lidera la gama piletera, el tradicional celeste intenso dio un paso atrás y el gusto ya incluye nuevas tonalidad: piscinas blancas (que, con el efecto de luz, tiñe de turquesa el agua), negras (a modo de espejo de agua), rojas, verdes, entre otras cuestiones. Según la experiencia del dueño de Piletas Pilar, los números serían los siguientes: “La gente se inclina al celeste turquesa en un 60 %. Un 25% al blanco y un 15 % al verde claro .

Lo cierto es que el celeste sigue sirviendo para disimular la falta de mantenimiento en el agua, mientras que el verde -si bien es parte de una moda que crece- todavía genera recelos porque, en definitiva, es lo que Slevin dice: “El agua podrida es verde . Y sí, ¡así es!.

El mundo de las venecitas

Si de revestimientos se trata, el veneciano lleva las de ganar contra el pentagrés (similar a una cerámica de 5 cm x 5 cm) encarecido e inaccesible. De material vítreo, la adaptable venecita resiste a las diferentes temperaturas y a agentes químicos y atmosféricos. Cuenta Mariela Gatto, representante de la empresa especializa Mundo Venecitas, los beneficios del material: “Tiene una durabilidad de más de 30 años y es muy raro que el material se caiga. Además no resbala ni se calienta . Al parecer, la luz y el tiempo tampoco afectan sus colores.

Se suele remarcar que la venecita corta, pero Gatto es categórica al respecto: “Es un mito. Si está bien colocada, no corta‘. Lo que es claro es que el producto requiere prolijidad, sobre todo en las terminaciones. Román Arancibiá es un artesano de la venecita. Junto a su empresa familiar, realiza colocaciones desde hace años: “Trabajamos como se solía trabajar antes: hacemos un revoque fino, después una pastina y finalmente colocamos el veneciano. Ahora la gente usa pegamento, al otro día sacar el papel y queda así. Pero el material es vidrio y tiene bordes filosos; por eso, colocamos con cal y después -pastina mediante- damos cuerpo .

Respecto a los tiempos, Arancibiá asegura que una pileta de 8 x 4 puede revestirse en un día “mientras sea rectangular ‘. “Cuando los escalones y el piso tienen distintos colores y hay otras complicaciones, la colocación se dificulta y se hace en etapas , agrega Román. Los costos para este trabajo rondan los $ 35 el m2 (en pileta nueva). “Tiene que estar como nueva para poder revestirla porque la venecita toma el movimiento de la superficie, a diferencia del cerámico , explica Gatto.

Con versión local (de la empresa Murvi) y extranjera (importada de China), además del revestimiento total de la superficie de la piscina, la venecita ofrece un mar de oportunidades: mediante la combinación de colores, se gestan formas, se personalizan guardas, se arman dibujos en el fondo y las paredes de la piscina. Toque propio para la versión de hormigón del pozo en el jardín. “Hoy en el mercado se busca la personalización. Todo el mundo quiere algo diferente , destaca Gatto. Mientras la representante de Mundo Venecitas plantea que “revestir una pileta de 80 m2 en material nacional sale $ 3.000 (también está el importado, más económico), Arancibiá hace una observación que suma: “La gente pensará que es mucha plata, pero es de por vida .

Otros detalles

Otros factores a considerar son los sectores antideslizantes (de fácil realización: se pinta, se espolvorea con arena seca y se deja secar hasta el día siguiente, cuando se barre el material no adherido y se pintan unas manos más), el calefaccionamiento de la piscina (y su correspondiente posibilidad de uso los 365 días del año), la colocación de baldosones atérmicos, los espacios tipo solariums húmedos, la impermeabilización de la pileta, la incorporación de hidromasajes, entre otras cuestiones.

Porque la piscina es una espacio más y su uso remite a la costumbre del placer y la distensión, conocer las opciones de compra y los pro y contras propios de cada elección ayuda a proyectar un diseño, un espacio y el objeto de reunión.

Guadalupe Treibel

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