Telmex y el monopolio, las bases de los negocios de Carlos Slim

Los éxitos latinoamericanos del hombre más rico de la región en telecomunicaciones no se deben sólo a su capacidad empresaria, sino también a una monumental situación de privilegio en su país de origen

El mexicano Carlos Slim, flamante dueño de AT&T Latin America y CTI Móvil, es el nuevo empresario de moda en la Argentina, sobre todo después de su encuentro con Néstor Kirchner y los 450 millones de pesos en inversiones que anunció en su visita del mes pasado. Mientras algunos sectores elogian la solidez y la iniciativa de Slim, que en el último año ha comprado decenas de empresas en América latina, otros analistas prefieren resaltar que el crecimiento internacional de Telmex, la compañía emblema del empresario, se debe más al monopolio que le permitió el Estado mexicano que a la visión empresaria de sus directivos.

“Por las características nacionalistas de México, a Telmex y a Slim les dieron una protección regulatoria mucho mayor a la que tuvieron acá Telecom y Telefónica, lo que ya es mucho decir , dice un consultor del sector.

Telmex, privatizada en 1990, tuvo el monopolio de todas las telecomunicaciones del país hasta 1995, cuando ingresaron Alestra (de AT&T) y Avantel (de WorldCom) en el mercado de larga distancia. Ambas empresas perdieron centenares de millones de dólares en México, sobre todo por sus dificultades para obtener una tarifa de interconexión sensata de parte de Telmex, que conseguía el amparo de los tribunales cada vez que Alestra y Avantel lograban un avance regulatorio.

El cambio de gobierno, en 2000, con la salida del poder del PRI después de 71 años, renovó los aires, y al año siguiente las tres empresas firmaron un acuerdo. “Es un hombre que evidentemente ha construido una gran compañía, pero que ha contado y cuenta con la ayuda de Telmex y las ventajas que tiene en su país , señala el analista Enrique Carrier.

Telmex tiene todavía más del 90% de la telefonía local de México, el 70% de la larga distancia y más del 60% del acceso a Internet. La empresa tendrá este año ganancias operativas de alrededor de u$s 2.000 millones y utilidades netas de u$s 800 millones, 14% más que el año pasado. “Con esa vaca lechera, llama incluso la atención que no se haya lanzado antes a comprar empresas. En febrero podría haber comprado AT&T Latin America por un dólar, y ahora tuvo que poner u$s 200 millones , señala el consultor y ex director financiero de Impsat, Guillermo Jofré.

Con una fortuna de más de u$s 8.000 millones, Slim –que ya era un empresario poderoso antes de obtener la concesión con Telmex– es además el primer anunciante de los medios mexicanos, lo que le permite tener un trato comprensivo por parte de la prensa. “Es implacable. Si sabe que está en una situación de poder, no negocia: impone. Y recurre a todo tipo de métodos para conseguir lo que se propone , agregó uno de los principales periodistas mexicanos de telecomunicaciones, que prefirió mantener el anonimato.

Un dato reciente, en este sentido, es que Slim compró millones de bonos de Avantel y Alestra, sus competidores, y ahora será un acreedor de referencia en la reestructuración de sus deudas.

¿Un Slim argentino habría sido bueno para la economía local? “Definitivamente no. La calidad del servicio y las tarifas serían peores para los usuarios, aunque pudiéramos decir que un argentino compró un montón de empresas , responde Jofré. Carrier, por su parte, ofrece una visión más cínica: “No importa en realidad, porque si hubiera sido argentino la habría revendido a finales de los noventa .



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