Sin espacio para las compras de largo plazo

Los consumidores argentinos ya no son los de antes, y una prueba de ello es que, tras la devaluación y la pesificación, se volvieron reticentes a pensar en el largo plazo. Más aún, están aprendiendo dolorosamente qué supone vivir en la era posdevaluación: menos dinero para gastar y una canasta mucho más chica en diversidad de productos. Así lo entiende Oscar Liberman, presidente de la Fundación Mercado, la institución que elabora el Indice de Confianza del Consumidor (ICC), quien participó de la conferencia sobre consumo masivo organizado por El Cronista.

El cambio de expectativas que motivó el llamado a elecciones por parte del ex presidente Duhalde y la permanente sobreestimulación de expectativas que impulsa la gestión de Néstor Kirchner parecen no alcanzar para revertir las tendencias de consumo de largo plazo.

Mientras el índice de confianza de la población es del 44,6%, sólo el 2,8% de la gente está dispuesta a comprar bienes durables. En 1999, era el 11%. “Si uno mira el ciclo que pasó en bienes durables y en ahorro, las decisiones ligadas al largo plazo sólo dejaron de caer. Pero no existen los milagros: nadie sale a comprar autos y casas de un día para el otro , dijo Liberman.



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