LA INVESTIGACIÓN DE DUMPING PUEDE EXTENDERSE SI LO PIDE LAVAGNA

Sigue abierta la puja por el ingreso de glifosato chino

El Gobierno se tomaría un tiempo más antes de emitir un veredicto, a pesar de que los informes técnicos detectaron prácticas de dumping del producto importado de China

No está dicha aún la última palabra en la demanda entablada por la empresa Monsanto contra la importación de glifosato de origen chino, a supuesto precio de dumping. Aunque en las últimas horas circuló la versión de que la demanda habría quedado sin efecto el viernes pasado, luego de que venciera un plazo legal, todavía podrían producirse novedades.

Según prevé la legislación de la Organización Mundial de Comercio (OMC), este tipo de causas no pueden extenderse más allá de los 18 meses desde que son iniciadas, y, en este caso, ese plazo venció el viernes pasado. Sin embargo, ni la empresa ni la Embajada de China recibieron todavía una comunicación oficial que informe la resolución final.

La causa se remonta a noviembre de 2001, cuando la multinacional Monsanto entabló una demanda contra la importación desde China de glifosato, un herbicida especialmente utilizado en el cultivo de soja transgénica del que se venden 100 millones de litros anuales en la Argentina, por un valor estimado en 250 millones de dólares. Según alegaba Monsanto, el ingreso del producto chino a un precio excesivamente bajo afectaba a la empresa y ponía en riesgo su continuidad en el país, por lo que exigía que se impusiera un arancel.

Durante los últimos meses, la Comisión Nacional de Comercio Exterior y la Subsecretaría de Política y Gestión Comercial recibieron las pruebas presentadas por las partes y analizaron si existen prácticas de dumping en China y si la importación de glifosato produjo un daño a la industria nacional.

A lo largo de este tiempo, la embajada china se involucró en el diferendo y amenazó veladamente con entablar represalias comerciales si el fallo era contrario a las industrias de ese país. “La Argentina importa glifosato por u$s 35 millones anuales, mientras que China compra soja a este país por u$s 800 millones , explicó en varias ocasiones Wang Chuan Xin, consejero Económico y Comercial de la embajada. Al mismo tiempo, 18 empresas nacionales que compran el producto chino y lo reformulan antes de venderlo, anunciaban que cerrarían sus plantas si se le daba la razón a Monsanto. Los representantes del campo también se colocaron de este lado de la vereda porque pronosticaron que la multinacional se quedaría en una situación de virtual monopolio y fijaría el precio del herbicida a su gusto.



Penúltimo capítulo

Por estas horas, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, tiene sobre su escritorio el expediente de la Subsecretaría de Política y Gestión Comercial, aunque todavía no recibió el de la Comisión Nacional de Comercio Exterior. Según se prevé, ambos darían la razón a Monsanto y reconocerían el dumping por parte de China. Sin embargo, el Gobierno fallaría finalmente contra la multinacional.

Fuentes allegadas al sector agropecuario, directo interesado, aseguran que el caso despertó el interés del presidente Néstor Kirchner, quién habría dado la orden de evitar represalias de China, y no perjudicar a los productores locales..

De cualquier manera, antes de dar un veredicto final, se volverían a realizar investigaciones y Lavagna se tomaría 30 días antes de expedirse.



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