LA CA DA DE TASAS Y EL IMPUESTO AL CHEQUE EXPLICAN EL CAMBIO DE TENDENCIA

Se dispara la liquidez: ya hay tanto dinero en las cuentas a la vista como a plazo fijo

En 1999 había $ 0,53 en cuentas a la vista por cada peso en plazos fijos. En mayo de este año, la misma relación era de 0,72 a 1. Pero la preferencia por la liquidez la llevó a casi 1

Inversores y ahorristas tienen pocos incentivos para hacer colocaciones a plazo. El desplome de las tasas de interés y el impuesto al cheque, entre otros factores, provocaron una creciente preferencia por la liquidez, que se reflejó en la estructura de los depósitos. Al 31 de octubre, el volumen de dinero en cuentas a la vista es casi igual al que está en plazos fijos, cuando en una situación normal la relación suele de ser de 0,5 a 1.

De acuerdo con el último

dato del Banco Central hay

$ 35.809 millones en plazos fijos y $ 35.070 millones entre cajas de ahorro y cuentas corrientes, lo que arroja un ratio de 0,98 pesos a la vista por cada uno depositado a plazo. “Se acentuó la preferencia por el corto plazo y la liquidez , asegura Paula Nahirñak, economista de la Fundación Mediterránea. Esto llevó a que M2 (el circulante en poder del público y las cuentas a la vista) llegue a $ 60.568 millones y represente un 16,4% del PIB.

A esta situación se llegó en los últimos cuatro meses. A fines de junio, cuando se había completado la liberación del corralón, la estructura de los depósitos se acercaba a la que había en épocas de la convertibilidad. En junio, las cuentas a la vista totalizaban $ 25.506 millones, mientras los plazos fijos llegaban a

$ 36.642 millones, lo que implica un ratio de 0,70.



La estrategia

“La agresiva estrategia que usaron los bancos para retener a los fondos que se liberaban del corralón provocó esa mejora en la estructura de las colocaciones , reconoce un ejecutivo de un banco. Pero las elevadas tasas que pagaban las entidades mostraron su impacto sobre los resultados y por eso se inició un proceso de baja de tasas, apoyado por el Central.

A partir de julio, la tendencia se revirtió. Con tasas cada vez más bajas, el impuesto al cheque comenzó a tener mayor peso sobre el rendimiento de los depósitos y desincentivó la constitución de nuevos plazos fijos. En los últimos cuatro meses, las colocaciones a plazo cayeron $ 1.300 millones, mientras las cuentas a la vista subieron más de $ 7.700 millones.

Hay varios factores que explican el por qué de la preferencia por la liquidez, tanto de pequeños ahorristas como de empresas.



Los propios bancos, una vez pasado el riesgo de liquidez que generaba la apertura del corralón, impulsaron una baja de tasas para equilibrar sus balances. Pasaron de pagar más de 25% anual a 30 días en mayo a 5% en octubre. Sin demanda de nuevos créditos, los depósitos pasan a ser un costo.



El peso del impuesto al cheque se lleva una buena parte del rendimiento de los plazos fijos.



El rescate de cuasimonedas también generó un incremento de los depósitos a la vista, ya que muchas empresas e individuos que canjearon sus bonos dejaron el efectivo en los bancos que actuaron como agentes de rescate.



Para el ahorrista pequeño, el interés que ofrecen las entidades no es suficientemente atractivo como para tentarlos a que resignen la disponibilidad de sus fondos por un mes.



Hacia el futuro, la eliminación de los depósitos a plazo menores a 30 días también actuará como un incentivo para dejar el dinero en cuentas a la vista o en instrumentos más líquidos.

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