Razones jurídicas, utilidad política

El Gobierno explica el golpe contra Macri con profusión de argumentos técnicos, pero dice poco sobre la simbología política de la decisión

“Hemos recuperado para el Estado el correo nacional, como corresponde . Las palabras del presidente Néstor Kirchner fueron de las pocas no técnicas que se permitió ayer el Gobierno para hablar sobre su decisión de quitarle la concesión del Correo al grupo Macri. Durante el resto del día, tanto él como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, abundaron en la explicación de los argumentos jurídicos, en los 450 millones de pesos de canon adeudado y de las otras supuestas faltas cometidas por Correo en los últimos años. Ninguno de ellos se alejó del guión: estaba prohibido darle una dimensión política al hecho, que, sin embargo, la tiene.

El abrupto fin de la concesión es una idea que ha rondado en la cabeza del Presidente desde el primer día de su asunción, y que incluso algunos medios filtraron durante la durísima campaña electoral para la jefatura de Gobierno de Buenos Aires. Ahora, Kirchner no sólo le da un golpe mortal a Franco Macri sino también a su hijo Mauricio, que, pese a haber perdido en el ballotage frente a Aníbal Ibarra, no abandonó su idea de convertirse en referente político.

Simbólicamente, el episodio es también útil para el Gobierno porque deja sin negocio a uno de los más visibles símbolos de la cultura menemista. Cuando, desde diversos sectores, se empezó a criticar la fiesta para pocos de la primera mitad de los ’90, Franco Macri era uno de sus festejantes más conspicuos, pese a que por entonces no conformaba estrictamente el grupo que había ganado las primeras privatizaciones, aunque manejaba la recolección de basura y era accionista de Autopistas del Sol. Pertenecía a la época más por estilo y por ser miembro de la farándula artístico-política.

Así como está escarmentando Macri, el Gobierno espera que los decretos publicados hoy en el Boletín Oficial sirvan también para que otros concesionarios o administradores de empresas privatizadas lean la siguiente frase: “No nos temblará el pulso para echar al que no cumpla . ¿Por qué Macri primero y no otros, como Eduardo Eurnekian, cuya Aeropuertos Argentina 2000 era hasta hace poco un caso casi gemelo al del Correo? Eso, por ahora, queda en la mente de Kirchner y de De Vido. De hecho, Eurnekian recibió hace un mes la concesión por cinco años de uno de los nuevos corredores viales que entregó el Gobierno. ¿Vendrán otros? El símbolo Macri es suficientemente fuerte por sí mismo: el tiempo decidirá si se convierte en avalancha.



Noticias de tu interés