BUSCA CONTENER LOS RECLAMOS DE ALIMENTACIÓN Y COMERCIO QUE PIDEN SUBAS DE 50%

Presión oficial para establecer en 30% el tope de aumento salarial

Trabajo hará hoy una nueva gestión para evitar que se agudice el conflicto en las fábricas de alimentos. Arranca la paritaria mercantil y luego construcción y gastronómicos

El Gobierno enfrentará desde hoy una semana crítica para encarrilar las paritarias de los sectores de alimentación y comercio, con el doble desafío de evitar que se dispare la pauta salarial por encima del 30% y a la par impedir la profundización de los conflictos, como los que desde hace 10 días mantienen paralizada la producción en las principales fábricas de alimentos del país.

Luego de que durante el fin de semana se generalizaron las protestas, marchas y cortes de ruta de los trabajadores de la alimentación en varias provincias en reclamo de un salario inicial de $ 3.200, el Ministerio de Trabajo reunirá esta tarde a los representantes de la Federación gremial y la cámara empresaria de la actividad para intentar acercar posiciones y comprometer a las partes en un acuerdo de paz social que evite la profundización de las medidas de fuerza. Sin embargo, fuentes oficiales reconocen que son muy amplias las diferencias entre el pedido sindical, que reclama elevar de

$ 2.230 a $ 3.200 el sueldo básico de la actividad y un aumento proporcional para el resto de las categorías, y la oferta empresaria de una suba escalonada de 24%, lo que complica los planes del Gobierno de lograr un entendimiento.

Esa situación fue admitida ayer por el propio titular del sindicato bonaerense del sector, Rodolfo Daer, quien advirtió que si en el encuentro de hoy no se producen avances que contemplen el reclamo gremial “el conflicto se profundiza y se potenciará más desde el miércoles porque las partes quedarán liberadas tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral, que fue desconocida por el gremio. “Esperemos que faciliten un entendimiento porque las necesidades de los trabajadores están más que justificadas, y no se está pidiendo ningún imposible solo lo necesario para vivir en condiciones básicas , insistió el dirigente ante este diario.

Más allá de la inquietud que genera el creciente nivel de conflictividad en la alimentación, la principal preocupación del Gobierno se vincula con el impacto que podría tener sobre el conjunto de las paritarias la proporción del aumento que reclama el gremio, que calculado sobre el salario básico ronda el 50%. El gremio de empleados de comercio, que lidera Armando Cavalieri, anticipó que desde esta semana irá también por un piso salarial de $ 3000 para cerca de un millón de trabajadores de la actividad, lo que representa un incremento superior al 40%.

Si ambos sindicatos consiguen los aumentos que reclaman, se complicarán las pretensiones del Gobierno de garantizar un techo de 25% para la recomposición salarial de 2010. Especialmente porque las subas pedidas en alimentación y comercio podrían funcionar como casos testigo para las negociaciones que comenzarán en los próximos días en otras dos actividades claves como gastronómicos y construcción. Además, durante mayo está prevista la discusión por el aumento salarial para los empleados estatales (donde se prevé que el Gobierno aspirará a replicar el 23,5% acordado en febrero con los gremios docentes), mientras en la segunda quincena del mes se iniciarán las negociaciones de los petroleros.

En tanto, en junio será el turno del poderoso sindicato de Camioneros, que conduce Hugo Moyano, un sector que en la Casa Rosada esperan tener como aliado en su afán de contener la escalada salarial.

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