SE COMPLICA LA APUESTA DEL GOBIERNO DE ACOTAR LAS SUBAS A UNA BANDA DE ENTRE 17% Y 20%

Pese a la promesa de mesura salarial, mecánicos reclaman aumento de 36%

Desde la conducción de Smata anticiparon que formalizarán esa pauta a las automotrices en las paritarias que arrancan en marzo. Moyano no intervendrá para limitar el pedido

Una verdadera prueba de fuego deberá sortear desde hoy el compromiso de Hugo Moyano de contener las subas salariales en el tope pretendido por el Gobierno. Las aspiraciones de recomposición blanqueadas por importantes gremios en las últimas horas ya sugieren que el jefe de la CGT tendrá dificultades para disciplinar a la tropa sindical con la garantía de mesura que le ofreció a Cristina Fernández el martes durante la reunión en la Casa Rosada.

Ayer, apenas un día después de la primera entrevista de la cúpula cegetista con la Presidenta, desde la conducción gremial de los mecánicos de Smata anticiparon que reclamarán a las terminales automotrices un ajuste salarial en torno al 36%, que compense el desajuste generado por el incremento de la inflación y, a su vez, otorgue al personal parte de los beneficios del incremento de la productividad del sector. José Rodríguez, el titular de ese gremio, fue uno de los dirigentes que acompañó a Moyano a la reunión con Cristina, pero su visión de la prudencia en la racionalidad salarial duplica los términos en los que el Gobierno visualiza esa moderación: una banda de entre el 17% y 20% más algunos puntos por mejoras de adicionales, que ubicarían la franja definitiva entre el 22% y 25%.

La apuesta salarial de los mecánicos representa una complicación para los planes oficiales. Ya a finales de 2007 la conducción del sindicato acordó con las automotrices el pago de un plus salarial por inflación, un esquema que fue copiado por más de una veintena de gremios, que consiguieron un beneficio similar para más de 1,5 millones de trabajadores.

Ahora, la preocupación del Gobierno reside en que Smata será, junto a la UOM (metalúrgicos), uno de los primeros gremios industriales en sentarse a negociar desde marzo la suba salarial, situación que realimenta el temor oficial de que la pauta de los mecánicos intente ser emulada por los gremios que discutirán después el ajuste en sus sueldos.

A esa inquietud se suma la e

xpectativa del gremio de Rodríguez de firmar un aumento sólo hasta junio y articular alguna especie de cláusula gatillo o la reapertura de la paritaria en el caso de que la evolución de la inflación licúe la recomposición acordada. Esa posibilidad es resistida por los empresarios del sector, que ayer mismo advirtieron al Gobierno su fuerte preocupación por la suba en los costos generada por los ajustes salariales (Ver pág. 3).

El malestar de los representantes de las automotrices frente a las pretensiones que ya les transmitieron los dirigentes de Smata de cara a los próximas paritarias también implica un problema para la estrategia del Gobierno de avanzar con acuerdos sectoriales a tres bandas (Estado, empresas y trabajadores) en diversas rubros de actividad para después poder estructurar la hoy diluida apuesta por un gran Pacto Social.

Prudencia limitada

Pese a estar muy lejos de la intención oficial, la suba salarial que persigue el gremio de Rodríguez fue defendida ayer desde el entorno del propio Moyano. “Prudencia no es callarse. Acá nadie le va a decir a los mecánicos cuánto es lo que tienen que pedir , aseguró un dirigente del sector del camionero. Otro gremialista del mismo sector deslizó, incluso, que hay otros sindicatos que analizan pedidos de ajuste que se ubican en torno al 30%.

También los opositores a Moyano en la interna sindical, encabezados por el gastronómico Luis Barrionuevo, resistieron ayer cualquier intento por fijar un techo para las demandas salariales y afirmaron que los aumentos se ubicarán entre el 25% y 30%. “No habrá mesura porque los trabajadores necesitan recuperar su poder adquisitivo , advirtió Barrionuevo en un mensaje destinado a desacreditar cualquier promesa de Moyano para contener los reclamos.

El gastronómico habló en el marco del asado que organizó en su casa de Mar del Plata para reunir a los opositores del camionero. Sin embargo, tras la cumbre de Moyano con Cristina, el encuentro quedó un poco devaluado y sólo contó con la dirigencia barrionuevista y segundas líneas de los gremios “gordos .

Noticias de tu interés