Mercado de tecnologìa: Balance del aÑo

¿Pequeño o mediano repunte?

Las PyMEs, las industrias manufactureras y vinculadas con el agro fueron los protagonistas de la reactivación del mercado IT. El hardware creció más rápido, pero la reactivación local, según los analistas, no será eterna

El boom del campo, el alza de 40,3% en la construcción y del 16,9% en la industria fueron decisivas, según el último informe anual del INDEC, para despedir el 2003 como el año del lento despegue tras la caída. Los repuntes de ambos sectores determinaron también una cierta recuperación para la industria de IT que permitió cerrar el año con una sensación menos amarga que los anteriores.

“Sin embargo, opina Alejandro Prince, director de la consultora Prince & Cooke no hay que ser alegremente optimistas: estos datos no permiten hablar de crecimiento, sino sólo de lenta recuperación, porque no estamos ni remotamente en los valores del año 2000 . Prince sostiene que el rubro en que más se invirtió fue precisamente el Hardware y que las PyMEs aprovecharon esta incipiente reactivación “para comprar sistemas de gestión, o instalar algún módulo nuevo. Es decir, concretar inversiones para mejorar los procesos de empresas que estaban paradas o muy golpeadas .

Este es, por ejemplo, el caso de la Bodega Maria y Adelina, ubicada en la provincia de Neuquén, recientemente incorporada como zona viñatera. Precisamente, el de la vitivinicultura fue uno de los sectores favorecidos este año por el incipiente modelo económico. La exportación de vinos finos creció mas del 60 % respecto del año pasado, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura. Bodegas de Argentina AC -la cámara empresaria del sector- sostiene que cerca del 80 % de las exportaciones de este año en materia de vinos correponde al vino fino. En este proceso, se inscribe la experiencia de San Patricio del Chañar donde se establecieron además de Maria y Adelina, los Viñedos de la Patagonia y Bodegas del Fin del Mundo. Desde el comienzo, las bodegas se plantearon 3 ejes muy claros: elaboración de vinos finos, un foco comercial en la exportación y un alto perfil tecnológico en el control del proceso productivo. Rolando Villegas, gerente de Sistemas de Maria y Adelina, cuenta que para la primer gran cosecha de enero ‘se está administrando la información de producción a través del sistema con la menor cantidad de errores y problemas posibles.‘ Para eso, instalaron el software AR Ballon, un sistema de gestión diseñado en Argentina por el proveedor Ardison Software, con fuerte especialización en la industria bodeguera. El sistema corre sobre un servidor IBM y atiende 5 estaciones de trabajo, a las cuales se le sumarán otras 4 antes de la cosecha. ‘La idea es cerrar el circuito de logística, laboratorio y recepción‘ dice Villegas. Hasta el momento. La bodega tiene instalados 3 módulos de Producción y Costos orientados a la viti y vinicultura y al fraccionamiento, además de los módulos de comercialización, almacenes, abastecimiento, finanzas y control. ‘No queremos simplemente llevar los libros de gestión sino que apuntamos a conocer los datos de producción y de costo desde los trabajos de finca hasta la comercialización. Algo que sólo es posible por dos vías: tener una planta de cien personas, o apostar a la tecnología.‘



Calidad en la inversión

Esta sintonía entre las inversiones en IT y los negocios es positiva según

Raúl Bauer es director de Trends Consulting IDC, consultora del mercado IT que hace poco terminó un estudio sobre el segmento corporativo en 2003. ‘Lo que la Argentina ha conservado -dice Bauer- es un nivel de calidad en la inversión. Entendemos que el hecho de que un país invierta mucho en hardware no indica necesariamente que hay un buen aprovechamiento de las capacidades de la IT.‘ Según Bauer, hay estándares internacionales para evaluar esto. ‘En el mundo se gasta el 41 % en servicios y 38 % en hardware, mientras que en América Latina, los servicios llegan al 30 % y el hardware al 55. Argentina está mucho mejor que el promedio latinoamericano, porque se invierte 44 % en servicios y solo 38 % en hardware‘.

Estos valores se observan en el caso de la bodega analizada: la inversión en software e implementación es de $80.000. En hardware, la inversión no llega al 30 % del gasto total.

Otro caso que ejemplifica que el crecimiento de la IT está signado por miles de ventas PyMEs, es el de Hair Colour, una empresa que hasta hace un año se encargaba de la comercialización de los productos Silkey de cosmética capilar en la zona metropolitana de Buenos Aires. La reapertura del mercado interno auspició la ampliación de la red de distribución hacia el interior del país. Pero el crecimiento demanda armonizar las partes: Hasta ese momento, la empresa operaba con un sistema basado en DOS, que les permitía esenciamente facturar y atender el negocio local. ‘Ahora tenemos tres representaciones en el interior -dice Alberto Marotta, presidente de Hair Colour- una en Corrientes, otra en La Pampa y otra en Trelew.‘ Atender las necesidades en lugares tan distantes hizo que la empresa se decidiera por una solución basada en web. El sistema del proveedor local Dynasys, asociado a una base de datos Progress corriendo sobre sistema operativo Linux, les brindó, según Marotta ‘una gran flexibilidad en el manejo del negocio, especialmente en lo referido a las ofertas, las condiciones de venta y de pago y la recuperación de una cantidad muy importante del crédito al mejorar sustancialmente el proceso de cobranzas‘. La empresa, que factura unos $200.000 al mes, trabaja con productos muy delicados de manera que ‘hacer un seguimiento de las ventas no sólo es una cuestión comercial, sino de cuidado de la calidad de lo que se está vendiendo‘. Para la puesta en marcha del sistema, se compraron 3 computadoras, se reutilizó el servidor -porque la arquitectura web libera espacio- y la inversión se pensó con un ‘criterio PyME‘: $1500 por puesto de trabajo.

Bauer, de Trends Consulting, sostiene que el crecimiento en nuestro país tuvo un perfil muy criollo: ‘Las PyMes invierten en IT si mañana recuperan lo que invirtieron. Esto hizo que algunas empresas desempolvaran viejos sistemas de gestión o buscaran aplicaciones sustitutivas de los sistemas World Class usados en corporaciones -por las que estaban pagando licencias muy altas y empezaron a mirar a los desarrolladores internos‘. Esto, según Bauer, ‘es un paradigma muy argentino‘. La continuación de esta historia, el año que viene a la misma hora.

Roly Villani





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