ONG, un aliado para la responsabilidad social

Por Fernando E. Passareli, especialista en organizaciones no gubernamentales y responsabilidad social corporativa

Un debate que continúa abierto desde el génesis mismo del capitalismo, es acerca del verdadero rol de la empresa en la sociedad y los que han intentado seguir el “hilo rojo en el desarrollo de esta temática, han asistido a posturas de las más variadas extracciones, desde aquellas que aseguran que la existencia y razón de ser de la empresa es para generar utilidades de manera excluyente, hasta aquellos que se pronuncian a favor de una estrategia que promueva la generación de beneficios para todos los grupos de interés que tienen una relación clave sobre el desarrollo de la compañía (público interno, clientes, proveedores, gobierno, etcétera).

Es indudable que la cultura y los valores que inspiran a la conducción de una empresa es un elemento ordenador que condiciona cada acción que la misma lleva adelante.

Sobre esta cuestión que subyace y trasciende a todas las empresas, Berle y Means, hace ya muchos años, abordaron el estudio del fenómeno que se conoce como “la separación entre la propiedad y el control , del que se desprende la duda sobre si es posible que los administradores se concentren sobre la generación de beneficios para los grupos de interés cuando los verdaderos propietarios (accionistas), tienen la expectativa puesta en la maximización de sus ingresos.

En este marco, las Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) pueden ejercer un gran aporte sobre la creación de valor en los programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), articulando espacios institucionales que sirvan de nexo entre la lógica del mercado y la que impera en la sociedad.

La gestión eficiente de los grupos de interés que son clave para el desarrollo sustentable de la empresa, es esencial a la hora de construir confianza mutua, y mejorar la reputación institucional como aquel activo intangible que permite a la compañía validar su licencia para operar y establecer estrategias sustentables.

No obstante, estos grupos de interés son particularmente sensibles cuando ponderan el beneficio de las alianzas, no valorando la participación de una ONG dentro de los programas de RSC como un fin en sí mismo, sino que ponen el foco en la calidad y profundidad de la intervención real que la ONG ejerce sobre la estrategia de la empresa.

Si se percibe que en dicha alianza la participación de la ONG se reduce a “vender un servicio de socialización con la comunidad , el resultado final será el opuesto al originalmente buscado.

Drucker sostiene que, “la organización sin fines de lucro existe para generar un cambio en los individuos y en la sociedad , y es bajo esta lógica que pueden ejercer una influencia articulada con los administradores de las empresas en la función de sensibilizar a los accionistas para que adopten un lógica basada en “ganar junto a y no “ganar a costa de .

La concepción de las ONGs reposa sobre el consenso de postulados en los que el bien común impera por sobre el interés particular. Por tal motivo, resulta esencial que las mismas preserven su razón de ser, y eviten la adopción de lógicas del tipo, “toda aquella iniciativa que no reporta ingresos económicos, debe ser descartada , ya que generan un importante pasivo institucional.

No caben dudas que las capacidades de las ONGs para articular programas de RSC aportan, a priori, un valor sustancial a las iniciativas, pero en este caso como en tantos otros de la vida, el refrán “dime con quien andas y te diré quién eres , es especialmente tenido en cuenta por aquellos actores que buscan invertir sus recursos en iniciativas sustentables.

Noticias de tu interés