AYER LA L NEA QUE UNE TIGRE CON CONSTITUCIÓN DEJÓ DE PRESTAR EL SERVICIO POR VARIAS HORAS

Ni el mítico colectivo 60 se salvó de los piquetes y las huelgas

Un grupo de accionistas de la empresa frenó la salida de las unidades en protesta por la posible venta de uno de los mayores íconos del transporte público de pasajeros del país

La Ciudad de Buenos Aires está plagada de colectivos, el transporte público por excelencia, que se transformó con el paso de los años en uno de los íconos de la capital de la Argentina. Pero entre tantas líneas diferentes hay una de color amarillo que se convirtió en la más representativa de este negocio. Se trata de la línea 60. Quizá sea porque es una de los que tiene más unidades, o de las más antiguas, pero toda persona que resida o esté de paso por Buenos Aires, alguna vez lo usó.

Dueña de uno de los recorridos más extensos –une Tigre con Constitución por diferentes caminos– el paso de los colectivos de la empresa Microomnibus Norte S.A. (Monsa) ya es una imagen tan porteña como el Obelisco.

Pero ayer, por una discusión entre accionistas de la compañía, el 60 dejó de prestar su servicio durante cuatro horas y sufrió retrasos en buena parte del resto del día. Y nada hace suponer que esta película no pueda volver a ocurrir si no se resuelve una disputa impulsada por los accionistas minoritarios, que se oponen a la venta de la línea –que hoy cuenta con unas 380 unidades y transporta unas 250.000 personas por día– y decidieron bloquear la salida en la terminal que la empresa ocupa el norte del conurbano bonaerense entre las 4 y las 8 de la mañana.

Esteban Simonetta, delegado gremial de la línea, aseguró a El Cronista que “la pelea tiene que ver con los socios minoritarios, los que son dueños de entre cuatro y 10 unidades, que no quieren participar de la operación de venta. Nosotros no paramos, nos presentamos en nuestros puestos de trabajo pero no pudimos salir a trabajar , agregó el gremialista.

Lo que le pasa a Monsa es un reflejo de lo que muchas compañías íconos de la Argentina fueron sufriendo debido a los diferentes avatares económicos. Frente a la caída de la rentabilidad, los trabajadores también denuncian vaciamiento, los actuales dueños de la 60 buscan salir del negocio vendiendo su parte. De hecho, aseguran que ya habría algunos interesados. Según se comenta, los candidatos más firmes son los dueños de la empresa Dota (línea 28) y un “tapado , que no sería otro que el empresario Agustín Bermudez, el cual opera la mayoría de las líneas de colectivo de Rosario, Santa Fe.

Entre mate y mate, en las paradas de los choferes se especula con que la operación de venta de la línea 60 no bajará de los

$ 160 millones.

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