Los analistas evalúan favorablemente las razones políticas, pero aún no cuentan el costo ante la gente

El pacto sellado entre Néstor Kirchner y Roberto Lavagna pateó el tablero y seguirá, sin dudas, causando efectos políticos impredecibles. Los analistas más conspicuos, todavía sin encuestas en la mano, insisten en hilar fino y calificar al acuerdo como una estrategia brillante -con sello peronista-, del ex Presidente, transformado ya en una máquina de acumular poder. Por ahora no reparan en un actor fundamental, el electorado, y en el costo político que podría pagar la jugada. Nadie sabe aún cómo caerá la noticia entre la gente. Aunque si se hace una encuesta casera no es arriesgado afirmar que la imagen del ex ministro de Economía se verá afectada por su sorpresiva acrobacia en el aire.

En términos políticos, los analistas hablan de la razón fundamental, que es la de alimentar la base de sustentabilidad del Gobierno de Cristina. Otros, como Ricardo Rouvier, destacan la maniobra para encauzar al PJ como un partido socialdemócrata. Pero hay más argumentos a favor de la estrategia presidencial.

Obstaculizó a la oposición partidaria, ante la posibilidad de que el PJ anti K se agrudetrás de Lavagna. Y dejó aislados a los dirigentes reunidos en Potrero de Funes, a quienes llaman “el tren fantasma , e integran, entre otros, Alberto Rodríguez Saá.

Asestó un duro golpe a la oposición externa que, una vez más, quedó desorientada. No sólo dejó mal parada a la UCR; también al jefe de Gobierno Mauricio Macri, quien había fogoneado un acuerdo electoral con Lavagna que nunca se concretó y que le generó cortocircuitos irreversibles con su socio Ricardo López Murphy. En cambio, despejó el camino de Elisa Carrió, para convertirse en jefa del sector.

Frenó las ambiciones electorales varios mandatarios provinciales, en especial, la del gobernador bonaerense Daniel Scioli.

También le puso coto al deseo de Daniel Filmus de convertirse en el único candidato kirchnerista en la Ciudad para el 2011. Kirchner no descarta fogonear al que será el vicepresidente del partido.

Hay quienes creen que además, se guarda una figura de recambio en el ministerio de Economía para el caso en que la inflación se fuera de las manos.

Pese a que el pacto pareciera convenirle más a Kirchner, los politólogos también explican las razones de Lavagna. “Era un muerto político , dicen. Y agregan que el radicalismo lo había abandonado a las pocas horas de la elección con lo puesto. El análisis, avalado por fuentes lavagnistas, sostiene que al volver al calor del oficialismo, se abre una oportunidad para disputar cargos electorales a futuro.

Las especulaciones también abundan: que había un acuerdo desde hace tiempo para neutralizar a la UCR anti K y evitar el ballotage con Carrió. Que se cerró ahora y “busca callar definitivamente el caso Greco porque no le convenía a nadie . Y que el pacto alcanzó a Eduardo Duhalde.

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